La venta de coches de combustión se acaba en 2035

Ya es un hecho que los coches de combustión están heridos de muerte en Europa. A mediados de 2021, la Comisión Europea presentó la hoja de ruta en relación a los vehículos térmicos y por el que el pasado mes de mayo se aprobó por medio de una votación.

Como tal, esta es una medida aprobada que certifica que a partir de 2035 no será posible vender coches nuevos con motor de gasolina y diésel en la Unión Europea. O lo que es lo mismo; solo podrán comercializarse los que sean 100% eléctricos (de batería) y los eléctricos de pila de combustible (con depósito de hidrógeno).

Esta prohibición incluye a los coches híbridos o híbridos enchufables, pues la normativa prohíbe de facto los vehículos que emitan gases contaminantes. También los e-fuels o combustibles sintéticos, entre otros, en los que marcas como Porsche están invirtiendo ingentes cantidades monetarias en su afán de salvar al coche con motor de combustión.

La ‘Enmienda Ferrari’ que libra a algunas marcas

En efecto, la medida aprobada significa que todos los fabricantes de automóviles ya no podrán vender coches con motor de gasolina, diésel e híbridos, solamente podrán fabricar coches eléctricos. Esto no significa que ya no puedas seguir circulando con un coche tradicional o comprar vehículos con motores térmicos de segunda mano. La medida afecta únicamente a los automóviles nuevos a partir de 2035.

Esto supone que los distintos fabricantes tendrán que adaptar todas sus plantas para producir modelos puramente eléctricos. Pero no todos los países estaban del todo a favor de la medida. Hace tiempo, Alemania, un país donde la industria automotriz tiene un peso muy importante, se mostraba a favor de retrasar la fecha hasta, al menos, 2040. Pero, sobre todo, el país que se ha mostrado más reticente ha sido Italia.

Eso ha hecho porque haya excepciones. Porque no; a pesar de que debería ser una norma para todos igual, al menos en el continente europeo, hay marcas que han conseguido librarse de la prohibición del diésel y gasolina, por lo que podrán seguir vendiendo sus coches y modelos. El motivo no es otra por otra razón que la que se conoce como ‘Enmienda Ferrari’. Una enmienda de la que, justamente, no está el fabricante italiano.

Desde la parte italiana que tiene representación en las instituciones de la Unión Europea se propuso sacar de la limitación de vender coches diésel y gasolina, de combustión, en 2035 a modelos y marcas que o bien sean excepcionales por su exclusividad o por su alta potencia. Lo que serían los coches de lujo y los grandes deportivos.

McLaren, Aston Martin, Lamborghini…

En concreto, la enmienda favorece a las compañías que producen menos de 10.000 unidades al año (dejando fuera a Ferrari), una cifra que no se considera determinante a la hora de medir el impacto de las emisiones globales, y aplaza al menos dos años más, hasta el 2036, el plazo para presentar alegaciones a las autoridades para derogar el cupo de CO2 de los coches.

Entonces aparecen marcas como Bugatti o Koenigsegg, que podrían ser las grandes beneficiadas de esta medida para el coche diésel y gasolina, al menos para un par de años más. También entran marcas como Aston Martin, Lamborghini, McLaren o Rolls-Royce, que también parecerían dispuestas a acogerse a esta exención de la normativa.

Esto llega, también, por medio de la ESCA, la Alianza Europea de Fabricantes de Vehículos de Bajo Volumen de Ventas, que representa a McLaren, Aston Martin, Bugatti, Pagani, Koenigsegg, Ineos Automotive o Rimac -marca 100% eléctrica-, y quien se había pronunciado en repetidas ocasiones pidiendo normas especiales para estos fabricantes alegando que el ciclo de vida de sus modelos es más largo y que su impacto en las emisiones del sector es ínfimo.

 

Fuente: adslzone