Estas mentiras que os vamos a contar las tenemos muy interiorizadas como ciertas porque ya las hemos visto en cientos de películas o series, pero la realidad es que la mayoría son recursos utilizados para hacer más espectacular o creíble una secuencia.

El sonido en el espacio

Cuando vemos una película que involucra combates espaciales estamos continuamente escuchando explosiones o el ruido de los motores. Esta es posiblemente una de las mentiras más grandes que nos podemos encontrar relacionada con el espacio, y es que en él no se escucha absolutamente nada.

El sonido necesita de un medio para que se pueda propagar. En nuestro planeta ese medio es el aire, pero como seguramente sabrás en el espacio no hay de este, ya que se trata casi de un vacío perfecto. Tal y como decía la película, «en el espacio nadie oirá tus gritos».

En el espacio si hay gravedad

Otra creencia popular es que en el espacio no hay ningún tipo de gravedad, y de ahí que cuando los astronautas están trabajando en el exterior de las naves o de las estaciones espaciales estén flotando. Esto es falso, ya que en el espacio hay gravedad (como en cualquier lado).

Eso sí, lo que debemos tener en cuenta es que la gravedad que hay en el espacio es menor que la que tenemos en la Tierra, lo que explica precisamente que los astronautas flotan. Esto se explica porque todo lo que está en el espacio está cayendo. Por eso, cuando el astronauta está volando dentro de una nave flota, porque la nave cae a la misma velocidad.

¿Los cometas tienen cola?

Los cometas en el espacio siempre se representan como bolas con una larga cola de colores, y lo cierto es que tal que así son preciosos. El problema es que esto es totalmente falso, ya que los cometas no tienen ningún tipo de cola en absoluto.

Estos de hecho son bastante difíciles de ver, puesto que en la mayoría de ocasiones se pasan mucho tiempo flotando y moviéndose entre las estrellas. Cuando los observamos y vemos esa tan característica cola, se debe al paso de estos cometas cerca de una estrella.

Un año luz como medida

Estoy seguro de que si has visto algo de ciencia ficción en tu vida habrás oído en más de una ocasión el término «año luz». El nombre de este puede dar a confusión, ya que no se trata para nada de una unidad de tiempo, sino de longitud en el espacio.

Un año luz se puede definir como la distancia que recorre un rayo de luz en un año. Esto, en kilómetros, equivaldría aproximadamente a 10 billones, una distancia enorme que ahora mismo es difícilmente asumible para el ser humano.

El Sol no es una bola de fuego

Desde la Tierra o cuando lo vemos en fotos, el Sol parece ser una gigantesca bola de fuego. Esto no es para nada cierto, ya que en realidad se trata de un cuerpo gaseoso en el que se producen reacciones energéticas en su interior que llevan a la combustión del gas.

Efectivamente, el Sol está continuamente desprendiendo grandes cantidades de energía y de calor, pero como decimos, no está en llamas. La respuesta es muy sencilla: para que haya fuego es necesaria la presencia de oxígeno.

Los humanos no explotamos en el espacio

Llegamos a otra mentira muy común en las películas. En muchas cintas vemos que cuando un ser humano se quita el traje espacial fuera de la nave sufre fuertes convulsiones e incluso llega a explotar. Los tejidos humanos son bastante fuertes, y esto es realmente imposible.

Lo que sí que es cierto es que los seres humanos moriríamos en el espacio sin traje, aunque esto se debería principalmente a la falta de oxígeno y al aumento de presión. Muerte asegurada si, pero nada de explosiones.

No se ve ninguna construcción desde el espacio

Algo también muy típico que seguro habréis escuchado muchas veces es que desde el espacio cercano a la Tierra es posible ver grandes construcciones del ser humano como por ejemplo La Gran Muralla china. ¿Es esto cierto? La NASA dice que no.

Sin ayuda de ningún tipo de óptica es imposible ver este tipo de construcciones desde el espacio, por muy grandes que sean. Es cierto que hay algunas fotos hechas desde la Estación Internacional Espacial donde se puede ver una pequeña parte de la muralla, pero eso se debe a unas condiciones de visibilidad perfectas (es decir, un poco a la suerte).

El lado oscuro de la luna

Si cualquier noche vemos la Luna es fácil apreciar que hay un lado oscuro en ella. Esto, que puede parecer que pertenece al propio satélite, no es más que un error de apreciación. En realidad, este lado la Luna es simplemente el que no está «mirando» hacia la Tierra.

Esta región no es más oscura que las demás, y de hecho la luz incide de la misma forma en ambas partes de la Luna. Esta también se está moviendo continuamente (por eso vemos diferentes fases de la luna), por lo que la parte oscura no siempre corresponde a la misma parte de su superficie.

Venus no se parece a la Tierra

Cerramos esta lista de mentiras que creíamos verdaderas sobre el espacio con Venus. En repetidas ocasiones se ha considerado a Venus como el planeta conocido más similar a la Tierra por muchos aspectos, pero la realidad es bastante diferente.

Es cierto que en cuanto a tamaño y a composición se parecen, pero en realidad las condiciones en el planeta son muy diferentes. Por ejemplo, las temperaturas máximas pueden ser muy superiores a los 400 grados, por lo que no es un planeta habitable como si lo es la Tierra.

 

Fuente: adslzone