El calor también afecta al coche eléctrico

Es un hecho que influyen el calor y el frío en el coche eléctrico pero, ¿de qué manera lo hacen? Bien, empecemos con un ejemplo que nada tiene que ver con estos vehículos ni con coches híbridos, pero del que es muy significativo: puede que te hayas dado cuenta de que, si las temperaturas son muy bajas, la batería de tu teléfono móvil empieza a reducirse.

Entonces, ¿por qué no iba a afectar esto a las baterías de los coches? Y es que este tipo de vehículos no están exentos de nada, ni del frío del calor, por lo que las variables térmicas extremas pueden llegar a reducir severamente el número de kilómetros por cada carga completa de la batería del vehículo.

En este sentido, la temperatura óptima de trabajo de las baterías es de entre 10 y 30 grados, por lo que en el momento que éstas bajan de cero o alcanzan más de 45 grados, se produce un descenso de su autonomía.

Cómo podemos tratarlo

Así, hay cosas que uno no puede prever, pero que un verano en España va a ser caluroso es algo que tenemos completamente asegurado. No hay que tomárselo a broma porque si queremos evitar problemas con el calor tenemos que evitar salir a las peores horas e hidratarnos mucho.

Sin embargo, no solo hay que tener en cuenta cosas para las personas, sino que los vehículos, como el coche eléctrico, también pueden sufrir mucho. Así, y de la misma manera que nosotros debemos cuidarnos ante los riesgos extremos, con el vehículo también debemos hacerlo si no queremos llevarnos más de un disgusto. Aquí van una serie de trucos que puedes poner en práctica.

La batería es la encargada de proporcionar energía a nuestro vehículo para poner en marcha todos los sistemas. Según un estudio de RACE, el 30% de las averías eléctricas están relacionadas con las baterías.

Con ello, tendemos a pensar que las baterías sólo sufren con el frío, pero lo cierto es que el calor también afecta. Y es que la temperatura óptima de funcionamiento de una batería es de 25 grados y cualquier variación sobre esta cifra hará que su efectividad se vea mermada. Desde el punto de vista técnico, el calor genera una aceleración del desgaste más rápido. Superiores a este máximo de temperatura, puede suponer algunos problemas, desde rebajar la vida útil hasta disminuir la potencia de carga, aumentando el tiempo.

Para un viaje largo, no superes la recarga más del 90%

Como en cualquier viaje largo, conviene estructurar bien la ruta a nuestro destino, especialmente teniendo en cuenta los puntos de carga en el trayecto. Como siempre, y más en los casos donde no se habitúan tantos puntos, es considerable la situación de que no se debe de recargar una batería por completo.

Por hacer un símil, como si llenáramos un depósito de combustible hasta el tope, lo ideal es que la batería alcance un máximo del 90%, y nunca se apure por debajo del 15%. Menos y más suponen un envejecimiento prematuro del dispositivo de carga.

Los neumáticos son unos elementos de seguridad vial activa más importantes que tiene el vehículo, por lo que se recomienda revisar regularmente el estado de los mismos. Así, con el calor, estos del coche eléctrico sufren mayor desgaste, por eso es importante que revisemos aspectos como pueden ser la presión con más frecuencia. Estos son algunos de los puntos más considerados.

  • No circules con baja presión o presión excesiva. Un neumático con baja presión tiende al sobrecalentamiento, a una mayor resistencia a la rodadura y a un desgaste prematuro de la goma. Por el contrario, el exceso de presión reduce el agarre y genera un desgaste irregular.
  • Atento a la velocidad. Los excesos de velocidad son siempre malos. En el caso de los neumáticos, hace que aumente su temperatura y si esta aumenta mucho, se incrementa la posibilidad de sufrir un accidente por falta de control del vehículo.
  • Nunca lo hagas sobrecarga. Muy recomendable seguir las indicaciones de carga máxima del fabricante del vehículo y respetar la carga máxima señalada. Unos neumáticos sobrecargados tienden a calentarse en exceso, lo que puede llevar a una rotura de los mismos.
  • Cuidado con el equilibrado. Si el equilibrado de los neumáticos no es el adecuado, el desgaste de las ruedas será irregular, lo que puede provocar serios problemas en la conducción.
  • No frenar de forma brusca. Los frenazos, además de ser un peligro para la seguridad, desgastan mucho más los neumáticos y de forma muy irregular.

 

Fuente: adslzone