Actualmente, Binance se encuentra en una «lista gris» creada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (o CNMV). En esta lista se incluyen aquellas plataformas o entidades que aún no han podido obtener este certificado, pero que se consideran aptas para ello. Binance lleva trabajando mucho durante los últimos meses para salvar cualquier tipo de escollo que pueda evitar su obtención, y para la CNMV ese escollo está, precisamente, en este tipo de operaciones.

Un certificado imprescindible para operar en España

Como decimos, la presencia de Binance en esa lista no evita que pueda operar en nuestro país, pero su estancia en ella no puede ser algo permanente. Esta certificación de la que hablamos la permitiría adherirse al registro oficial de proveedores de servicios de cambios de moneda virtual por moneda fiduciaria y de custodia de monederos electrónicos, tal y como denomina de manera oficial el Banco de España.

Al tener sede en Isla Caimán, Binance se encuentra en una especie de limbo regulatorio, pero para operar en nuestro país es necesario que cumplan «religiosamente» con la Ley de Blanqueo de Capitales y con los requisitos de honorabilidad comercial y profesional que impera en las entidades de crédito. Binance no ha puesto ningún impedimento hasta la fecha para ello, sin embargo, la CNMV lleva ya algún tiempo con las operaciones con futuros «en su punto de mira».

De esta manera, la CNMV ha prohibido a Binance operar con este tipo de valores, algo que ha llevado a la plataforma a eliminarlos de manera casi instantánea de su oferta. La única duda que quedaría al respecto sería ver que ocurre con las operaciones que ya se han llevado a cabo, pero lo lógico sería pensar que la CNMV obligará a Binance a suspenderlas, no sin antes permitir a sus clientes que retiren sus inversiones.

Las operaciones con futuros, muy peligrosas

Las operaciones con futuros, especialmente con apalancamientos, conllevan unos riesgos muy altos que podrían hacer a cualquiera una fortuna. Cuando apostamos por futuros, lo que estamos haciendo es comprometernos a vender en una fecha futura a un precio ya determinado de antemano, independientemente del valor real llegada esa fecha. Estos futuros ya de por sí gozan de un alto riesgo, pero lo tienen aún más cuando lo juntamos con apalancamientos.

Explicado de manera sencilla, los apalancamientos consisten en invertir con un capital que no disponemos. Para ilustraros una de estas operaciones, podemos fijarnos en la imagen que tienes justo a continuación. Esta nos indica que con un capital de 5.676 dólares estaríamos invirtiendo esa cantidad multiplicada por 25, es decir, más de 140.000 dólares. Esta inversión nos indica que estaríamos ganando 4.300 dólares, un 73 % de lo invertido.

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A priori, esto puede sonar muy beneficioso para nosotros, pero debemos tener en cuenta que aunque los beneficios pueden ser mucho mayores, también las pérdidas, que podrían superar ampliamente la inversión inicial. Cuando combinamos estos dos elementos nos encontramos ante un tipo de operación pensada solamente parar los más expertos, y de ahí todo el recelo expresado por la CNMV.

 

Fuente: adslzone