Marte es el cuarto planeta del Sistema Solar respecto al Sol. Se encuentra a 227,9 millones de km y sus días son muy similares a la Tierra, sólo duran 37 minutos más. Teóricamente, junto a Venus, es el planeta más cercano a nosotros, aunque la distancia depende del momento en el que orbite. De todos modos, un humano puede llegar a ella porque en 2021 el Atlas V tardó 202 días en alcanzarla. Todavía ningún humano ha pisado su superficie, pero pronto lo hará.

Un planeta peligroso para los humanos

Como enumeramos al principio, Marte tiene características similares a la Tierra, pero, de momento, carece de lo necesario para la vida humana. Quizás el detalle menos importante es la poca gravedad, aunque perderíamos masa ósea rápidamente hasta que nuestros huesos no pudiesen soportar apenas peso. Sin embargo, existen otras preocupaciones mucho más peligrosas, como una mayor cantidad de CO2, que envenenaría nuestros pulmones, y lo peor: una radiación diferente que nos fulminaría.

La respuesta corta a la pregunta es que no, los humanos no estamos capacitados para soportar dicho ambiente, moriríamos al instante. Esto puede parecer contundente, pero no es definitivo. Hay esperanzas de que algún día vivamos al igual que en la Tierra. De entre la infinidad de opciones, estas dos son las más realistas:

Modificación genética

Para el genetista Christopher E. Mason la solución pasa por modificar el ADN humano. Así moldearíamos nuestro código genético para adaptarlo a la vida en el planeta rojo. Mediante la ingeniería genética los humanos del futuro podrían colonizar el planeta, un cuerpo celeste en el que la temperatura media es de 60º bajo cero.

Estructuras que nos provean de una atmósfera correcta

La segunda opción más coherente consiste en crear campos de fuerza o superestructuras, que transformen la zona donde se apliquen. De momento resulta difícil crear una atmósfera para todo el planeta, pero una posibilidad recala en crear zonas protegidas por estos campos, como, por ejemplo, ciudades. Así viviríamos «como en la Tierra» dentro de las ciudades, aunque para desplazarnos deberíamos tomar un vehículo que nos proteja.

Otros planetas habitables

Si logramos superar el escollo de desplazarnos a millones de años luz, fuera del Sistema Solar existen otros planetas potencialmente habitables. Todavía no hemos confirmado la vida en ninguno de ellos, pero debido a sus características, como un núcleo resistente o la distancia adecuada a la estrella, para que no nos fundamos por el calor.

Uno de los planetas con más posibilidades es TRAPPIST 1-E, el cual contiene un núcleo de hierro de tamaño similar a la Tierra. Por otra parte, durante años la comunidad científica estudió las posibilidades que ofrecía Proxima Centauri B, el cual toma su nombre por la estrella sobre la que orbita, Proxima Centauri. Este último «sólo» se encuentra a 4 años luz, pero su radiación violeta aniquilaría a cuál forma de vida conocida. Fuera de estos dos, otros posibles nombres son Kepler-11, K2-72 e o KOI 4878-01. Quizás algún día nos paseamos por Marte o uno de estos planetas como quien pasea por el parque.

 

Fuente: adslzone