Descubrimos en qué consisten, en qué se diferencian de los demás tipos de ordenador, en qué destacan y flaquean y si merece la pena comprar uno, así como el tipo de usuario ideal que los prefiere.

Qué son y en qué se diferencian de otros ordenadores

Los ordenadores All in One son aquellos en los que todos sus componentes, incluida la pantalla, se encuentran en un mismo espacio. Son ordenadores de sobremesa que ocupan menos espacio porque todos los componentes del hardware se han integrado en la misma carcasa que la pantalla. Claro ejemplo de ello es su primer modelo, el Macintosh de Apple.

macintosh

Con respecto a los portátiles, se diferencian sobre todo en que no llevan incorporado teclado y ratón. Además, hay que enchufarlos permanentemente a la corriente eléctrica, por lo que no destacan por su portabilidad. Su pantalla es más gruesa, aunque también de mayores dimensiones y con mejor calidad en muchas ocasiones.

Si en algo podemos decir con respecto a los ordenadores de sobremesa convencionales es que ganan en espacio y en atractivo, por lo que se convierte en una buena opción para los que tienen poco espacio en su escritorio y no quieren andar con tanto cableado. Uno de sus encantos es su apariencia física, aunque este no va a ser precisamente un factor determinante a la hora de adquirir un nuevo ordenador, al menos no en la mayoría de los casos.

Ventajas y desventajas de los ordenadores all in one

Para poder tomar una decisión acertada con respecto a estos ordenadores, te vamos a comentar en qué destacan con respecto a los ordenadores portátiles y de sobremesa y cuáles son sus principales inconvenientes. Así, podrás ver si es la opción que más se ajusta en función de tus preferencias o criterios o si te conviene mejor tomar otra decisión.

Aunque en muchos casos te encontrarás con que el panorama no parece ser especialmente favorable con respecto a este tipo de ordenadores, sin embargo, sí que hay usuarios que los ven la mejor opción porque se ajustan a lo que están buscando.

Cuáles son sus ventajas

Son muchas las ventajas con las que cuentan este tipo de ordenadores, así que te comentamos cuáles son las principales y que ponen la balanza a su favor si estás teniendo dudas antes de tomar la decisión final.

Pantalla

La pantalla suele ser generalmente buena, con mayores dimensiones y calidad. En muchos casos son pantallas táctiles, lo que es una clara ventaja con respecto a otros tipos de ordenador por la comodidad que esto supone. Además, esto hace que se conviertan en una buena elección para el diseño y la edición, especialmente si la calidad de los componentes acompaña a este punto fuerte.

Es cierto que la pantalla destaca por ser más gruesa que en otros ordenadores, y es que al ser un todo en uno los componentes tienen que encontrarse en algún lugar, sin embargo, no ocupa demasiado y lo compensa con su calidad y el ahorro de espacio que proporciona.

Diseño

Su estética suele estar más cuidada que en ordenadores de sobremesa convencionales y crea un gran atractivo en un espacio de trabajo o estudio. Además, se reduce considerablemente el uso de cables con su efecto antiestético y con los que podrías tener que acabar lidiando en algún momento. Todo ello puede contribuir a un mejor rendimiento laboral porque este es el efecto que crea el orden y limpieza en la oficina.

Además, son más personalizables a nivel estético, por lo que podrás encontrar el modelo que se adapte a tus gustos. Una de las ventajas que supone esto para las empresas es que dan una mejor impresión a sus clientes que ven que cuentan con equipamiento moderno y atractivo.

Ahorro de espacio

Uno de sus principales atractivos es que ocupa mucho menos espacio que otros ordenadores, lo que hace que puedas colocarlo en prácticamente cualquier sitio. Si tu escritorio, cuarto de trabajo, estudio u oficina tiene poco espacio para colocar un ordenador, este cabrá perfectamente.

Su formato es mucho más contenido, por lo que incluso donde este no escasee el espacio se puede aprovechar para otras cosas. También tienen la ventaja adicional que se pueden instalar en la pared, ahorrando todavía mucho más espacio.

Además, son más fáciles de transportar que los de sobremesa, por lo que puedes reubicarlos cuando lo necesites, aunque no tengan la portabilidad y movilidad de los portátiles.

Consumen menos energía

Uno de sus principales atractivos es que se encuentra todo en uno y basta con enchufarlo para que empiece a funcionar. Tiene solo un cable de alimentación. Todo se encuentra en un mismo espacio y eso hace que se consuma menos. Por esto mismo, consume menos energía eléctrica que un equipo de escritorio. En tiempos en que la electricidad es mucho más costosa, no es una ventaja que debamos despreciar.

Quizá sea este uno de los puntos fuertes que podrían hacer que esta inversión merezca la pena a largo plazo, aunque es algo que se debe valorar ya que el consumo de un ordenador no suele destacar por ser excesivo.

Altavoces incorporados

Estos ordenadores destacan porque incluyen todos los componentes en uno, y esto también suele referirse a los altavoces. No tendrás que comprarlos a parte, con la duda sobre cuáles son los mejores, si irán bien con el equipo o proporcionarán un buen rendimiento. Pero sobre todo esto conlleva consigo un ahorro de coste, ya que está incluido en el precio, y también lo supone de espacio. Los altavoces suelen ocupar más de lo que parece y requieren colocarse en zonas estratégicas. Podrás evitarte estos quebraderos de cabeza.

Además, si por algo destacan estos es que suelen ser de calidad y ofrecer un buen sonido. Podrás disfrutar de películas, series y contenidos audiovisuales con un mayor sonido, disfrutando de ellos desde el primer momento.

¿Y sus desventajas?

Aunque tienen muchos puntos fuertes, y que debemos considerar, también cuentan con sus desventajas que pueden hacer que te decantes por otra opción. Uno de sus principales inconvenientes es su precio, ya que suele ser superior a ordenadores de sobremesa que tienen las mismas o mayores prestaciones.

También puede haber más modelos con recursos más limitados, y además sin posibilidad de aumentar sus prestaciones. Esto crea la necesidad de que si te decantas por su compra tengas que dedicar mucho tiempo a elegir uno que se adapte a ti ahora y en el futuro.

Menos potencia y capacidad de los componentes

Uno de sus principales inconvenientes es que al tener que ahorrar espacio se acaban limitando opciones de potencia, ya que no se puede optar a los componentes de sobremesa, lo que hace que tengamos que adquirir equipos con menos CPU o tarjeta gráfica. Los fabricantes acaban utilizando componentes con menos prestaciones.

Eso sí, puede haber excepciones que cuentan con componentes muy potentes, pero no son muchos y son más costosos. También se notan las restricciones en la refrigeración, que pueden hacer que se recaliente con mayor facilidad.

Precio más elevado

Una de sus desventajas es su elevado precio, ya que suelen ser más costosos que los de sobremesa ofreciendo menos prestaciones. Te encontrarás en el mercado con diferentes modelos de ordenadores de todo tipo, pero si te fijas en sus prestaciones verás que estos son los mismos con las mismas o incluso menos. Si estás en disposición de pagar algo más por las comodidades de estos modelos no te importará, pero es algo que tienes que tener en cuenta.

Además, ampliarlo va a ser mucho más complicado y costoso, por lo que desde un principio tienes que pensar muy bien qué modelo seleccionar teniendo en cuenta tus necesidades futuras. Instalar nuevos componentes, si esto es posible, se encarece y no hay tantas opciones de elevadas prestaciones, por lo que si no eliges bien se te quedará escaso en poco tiempo.

No permiten apenas ampliaciones

Sus posibilidades de ampliación son limitadas, por lo que, si tienes la suerte de encontrar un modelo con componentes muy potentes que no se te escape de presupuesto puedes aprovechar, ya que no es lo habitual. Ten en cuenta que, como ya hemos dicho, ampliar puede ser más costoso de lo que imaginamos, y más comparado con los ordenadores de sobremesa, y en muchas ocasiones no merece la pena.

No puedes cambiar la placa. Únicamente el disco duro, RAM y gráfica, y en algunas ocasiones ni si quiera estos componentes. Esto también hace que si falla algo puede que tengas que plantearte el cambio de equipo.

Temperatura

Como hay tan poco espacio para muchos componentes no se pueden incluir buenas soluciones térmicas, por lo que puedes encontrarte en tu modelo con que la temperatura se convierte en un problema al realizar tareas que requieren un alto rendimiento.

Esto también contribuye a que sean más ruidosos. Cierto es que hay excepciones y otros ordenadores más ruidosos, pero si te molesta el ruido o tienes miedo a que se acabe dañando esto es algo que tienes que tener en cuenta, especialmente si utilizas mucho el ordenador.

¿Merecen la pena estos ordenadores?

Los ordenadores all in one son un término medio entre ordenador de sobremesa y portátil, ya que recogen ventajas de cada uno de ellos, pero les suma importantes desventajas. Suelen tener un rendimiento similar al de un portátil bajo la presencia de un ordenador de sobremesa, aunque con más atractivo y sin su portabilidad para llevarlos a donde queramos. Si a esto se le suma que son mucho más costosos que un ordenador de sobremesa, es necesario valorar muy bien qué es lo que realmente necesitas para tomar la mejor decisión, ya que por norma general no suelen ser la mejor opción.

Si buscas una solución muy atractiva con la función de pantalla táctil para tener en tu escritorio u oficina, y no sueles realizar tareas de alto rendimiento, puede ser una buena idea por la elegancia y presencia que aporta. Además, puedes valorar la adquisición de un modelo con componentes de alta gama. Actualmente, hay modelos que pueden ofrecerte las características que necesitas a un precio que puede ajustarse a tu bolsillo. Tú decides.

 

Fuente: adslzone