Alto voltaje para aumentar las prestaciones

Llegados a un punto en el que la demanda de coches híbridos y eléctricos ya solamente puede subir, la industria automotriz se enfrenta al reto de desarrollar y ofrecer nuevas tecnologías para los componentes de propulsión, recarga y alimentación.

Así, entre los retos que se mencionan se halla el de los sistemas de recarga para vehículos eléctricos y los sistemas de gestión de la energía, que están tendiendo fuertemente hacia voltajes más altos. Esto es debido, en parte, para conseguir tiempos de carga mucho menores y para aumentar las prestaciones de los trenes de potencia.

¿Qué nos lleva esto? A una eficiencia mayor. No obstante, el todavía largo recorrido que queda en países como España para que el número de infraestructuras de carga en España sean razonables, nos lleva a que son los mismos fabricantes los que están haciendo (no todos), porque sus modelos de coche eléctricos tengan un voltaje superior, o también conocido como alto voltaje. El mejor ejemplo es Porsche.

En qué consiste

Y es que en los últimos años la industria del automóvil se está planteando la necesidad de aumentar el voltaje de la instalación eléctrica de los coches de los 12 voltios actuales a los 48 voltios. Uno de los motivos por los que este salto es complejo es, precisamente, la seguridad.

Este incremento en la tensión de los sistemas eléctricos del automóvil trae consigo nuevos desafíos en términos de seguridad, gestión del calor, fiabilidad y rendimiento en condiciones extremas. Así, como mantienen fabricantes como el mencionado de Porsche, «existen complicaciones que aparecen con los voltajes más elevados. Estamos viendo cuáles son las necesidades a corto plazo de la industria. Hay mucha actividad en los vehículos eléctricos, pero todavía es incipiente. Todavía es temprano», dijo su director Oliver Blume.

Aunque durante años ha habido diversos intentos de estandarizar sistemas eléctricos de 24 e incluso de 42 voltios en los coches convencionales, estos intentos normalmente no han prosperado por diversas cuestiones, principalmente económicas y de compatibilidad, a sumar a los costes de mantenimiento y reparaciones, tanto por los precios de las baterías y de otros componentes eléctricos.

Sin embargo, la reducción en los costes de las baterías, la creciente demanda de electricidad de los coches modernos (más todavía en los coches autónomos, que utilizan diversos sistemas complementarios), y la necesidad de reducir las emisiones contaminantes han vuelto a revelar la necesidad de incrementar el voltaje eléctrico de los coches, convencionales, híbridos y eléctricos.

Cada vez nos encontramos con vehículos de mayor demanda de energía

Más recientemente encontramos automóviles con grandes demandas de energía eléctrica, especialmente en según qué tipos de coche eléctrico de lujo, que utilizan ya sistemas eléctricos de 400 V, incluso de 800, como lo hace el Porsche Taycan.

De hecho, y aunque hoy estos voltajes se vean tímidamente en los coches eléctricos, esta parece la dirección en un futuro no muy lejano, en las cuales las infraestructuras de cargas se verán incrementadas por encima de esas cifras.

Y esto no es algo exclusivamente del coche 100% eléctrico, sino también del híbrido, que puede ser de alto voltaje. Es más; a día de hoy, muchos de estos que utilizan esta tecnología utilizan sistemas de doble voltaje: el del propio sistema de propulsión, que cada vez más tiende a ser de 48 voltios, y el de 12 voltios que hace funcionar el resto de sistemas eléctricos.

Adoptar los 48 voltios posibilita coches híbridos y convencionales más eficientes, con menor consumo, y hacen necesario el uso de un sistema eléctrico adicional de 12 voltios. Por ahora este ‘sistema doble’ permite que los coches sigan utilizando sistemas fiables, probados y de bajo coste, como los motores de los elevalunas o de los asientos eléctricos.

 

Fuente: adslzone