Electricidad más barata

Esta es la mejora más clara. Si ponemos placas solares en casa, es para ahorrar en la factura de la luz. Todo lo que producimos, podemos consumirlo en tiempo real y no pagar nada por ello. Tras la eliminación del impuesto al sol, el excedente se vierte a la red eléctrica, la cual actúa como nuestra «batería» cuando no estamos produciendo, aunque a un precio algo inferior al que nosotros pagamos el kWh.

Más allá de eso, al final a lo largo del mes, dependiendo de tu instalación, puede que acabes pagando nada o casi nada por el consumo. Gracias a ello, el aumento del precio de la luz no te afecta en absoluto, y estás produciendo electricidad en los momentos del día donde es más cara. Y si ya instalas una batería para almacenar la energía no gastada por la noche, puedes prescindir de tener que comprar electricidad a la compañía eléctrica.

Más libertad para el aire acondicionado y cargar el coche

Las placas solares son muy buenas amigas del aire acondicionado. En pleno verano, cuando más calor hace y más horas de sol hay, mayor es la producción de electricidad. Por ello, si vives en una zona en la que es imprescindible usar el aire acondicionado en verano para sobrevivir, como en la mitad sur de España, en verano lo vas a poder poner sin preocupaciones de consumo. Si queremos cargar coche eléctrico con los paneles solares, amortizarlos es mucho más fácil ya que podemos ir desviando toda la energía que producimos y no usamos hacia cargar el coche.

Cero contaminación

El mix eléctrico en España es cada vez más limpio gracias a las nuevas instalaciones eólicas y solares y la eliminación del carbón como medio de producción. Sin embargo, sigue usándose gas natural y otros elementos contaminantes. Si ponemos paneles solares en casa, estamos fomentando la producción limpia y reduciendo nuestra huella ecológica durante las tres décadas de vida útil que suele tener un panel solar. Cada año evitaremos emitir miles de kg de CO2.

Amortización cada vez más rápida

Una instalación de paneles solares con una capacidad de producción de unos 3.600 W (unos 10 paneles), tiene un precio que ronda entre los 4.000 y 6.000 euros. Si el precio de la luz sigue siendo tan elevado como ahora, el periodo de amortización baja a menos de diez años.

El precio de los paneles solares ha caído un 80% en los últimos cinco años. A eso se le suma que las comunidades autónomas tienen planes de ayudas para la instalación de paneles solares, por lo que el coste de instalación puede verse reducido incluso en un 50%. El mantenimiento que tienen es prácticamente nulo, donde sólo hay que limpiarlos de vez en cuando.

 

Fuente: adslzone