Los servicios de renting triunfan frente a las opciones más tradicionales de adquisición de vehículos. Muchos negocios y particulares optan por esta modalidad de alquiler para poder contar con un vehículo sin tener que preocuparse por los gastos de mantenimiento del mismo. Tanto, que su fórmula flexible (y económica) está ganado terreno a la de compraventa.

Una fórmula flexible para cambiar de coche

Además, y ya direccionados también hacia la modalidad de coches eléctricos, el renting permite tener acceso a los últimos modelos de vehículos en el mercado, una opción muy interesante ahora que se están lanzando tantos automóviles innovadores y de última generación con grandes ventajas medioambientales.

En este sentido, elegir el renting de coches eléctricos no solo ofrece la tranquilidad de tener todos los gastos cubiertos, sino que supone también un ahorro importante en carburante. Asimismo, se ha convertido en una tónica a seguir por la que cada vez menos personas apuestan por disponer en propiedad de su vehículo, y son cada vez más quienes se decantan por servicios de este estilo.

En esas, dirigirse hacia esta disposición puede ser una visión totalmente favorecedora para aquellos que buscan deshacerse de su viejo coche de combustión pero que no pueden comprar uno nuevo. Pensado para un alquiler a largo plazo, se tiende como ser la mejor manera de comprobar si un modelo a pilas responde a las expectativas (y si luego es una opción real de compra).

Qué es el renting

El modelo de adquisición de renting siempre ha ido vinculado a modernidad, y con la nueva generación de eléctricos, más aún. Según la Asociación Española de Renting de Vehículos, desde que comenzaron a medirse los consumos y emisiones, en 2012, los consumos medios en vehículos renting se han reducido un 12,94%%.

Estos datos vinculan a los vehículos de arrendamiento con un compromiso ecológico. Así, el coche eléctrico es el siguiente paso para mantener esta línea de cuidado del medio ambiente, por lo que su fusión con el renting no se ha hecho esperar. Pero, ¿qué tiene este servicio que llama tanto la atención?

En concreto, el renting consiste en el alquiler a medio o largo plazo de un vehículo. Es un arrendamiento que va entre los 24 y los 60 meses, durante el cual se puede disfrutar de un coche eléctrico nuevo pagando una cuota mensual sin entrada y con todo incluido. El contrato de un modelo eléctrico incluye, en grandes líneas, los mismos conceptos que cualquier otro modelo.

En la cuota mensual se comprende el mantenimiento periódico del vehículo, las reparaciones que puedan surgir de manera imprevista, el cambio de neumáticos, las revisiones de la ITV, el pago de impuestos y la póliza de seguros. Por tanto, el usuario únicamente tendrá a su cargo la movilidad el mismo, al tiempo que no tiene que hacer el elevado desembolso inicial.

Si bien el plazo para el alquiler puede variar, aunque por lo general se sitúa entre los 2 y los 5 años de duración, sí es verdad que hay una situación límite que va explícita en el contrato: la de los kilómetros. En el caso de sobrepasar el número máximo, tendremos que pagar una cantidad añadida. Se trata de un concepto muy importante puesto que es uno de los principales factores que se toman en cuenta a la hora de medir el valor residual de un vehículo.

Condiciones

Ahora bien, ¿cómo funciona en España? ¿Qué condiciones podemos tener a la hora de su contratación? Son preguntas que han surgido más de una vez en todo aquel interesado, y lo cierto es que son a cada cual más interesantes e importantes.

Como mencionamos, aparte de que se presenta como una alternativa favorable en diversos aspectos, el coche es, en todo momento, propiedad de la empresa. El particular lo alquila por un tiempo determinado que se estipula en el contrato, pero dependiendo de cada compañía arrendataria o marca vinculada, los coches eléctricos tendrán una disposición de renting diferente.

  • Labores administrativas. En ella se incluye la posible futura compra del vehículo, su matriculación y el transporte desde la fábrica hasta su entrega al cliente.
  • Mantenimiento preventivo mecánico completo. Tendremos las correspondientes revisiones establecidas por cada marca, donde todas las compañía obligan a pasarlas en la red oficial del fabricante.
  • Reparación del coche en caso de avería.
  • Cambio de neumáticos.
  • Seguro completo contra siniestros y robo del vehículo a todo riesgo.
  • Vehículo de sustitución en caso de avería o accidente.
  • Asistencia en carretera.
  • Servicio de reclamación de multas hasta agotar la vía administrativa.

Asimismo, entre las condiciones que se incluyen, se encuentra el sistema de cuotas a elegir, donde para su tarificación se tendrán en cuenta todos los factores que se contratarán. Puede hacer uso de este servicio cualquier empresa, autónomo o particular.

Precios y ventajas

Cuando se trata de renting de coches eléctricos, generalmente se establece una cuota que se mantiene invariable hasta el término del contrato. Esta tarifa incluye, además, el mantenimiento regular del vehículo, las reparaciones que de manera imprevista puedan surgir, el pago de impuestos, cambios de neumáticos, la póliza de seguros y las revisiones de la ITV.

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La mayoría de estos contratos a particulares suelen establecerse en 48 meses con un máximo de 10.000 kilómetros recorridos anualmente. En cualquier caso, se puede optar por periodos menores o mayores y más kilometraje. Sin embargo, y a diferencia de los que pueden ser vehículos nuevos de combustión, el renting de coches eléctricos suele tener unos precios algo más elevados.

Los precios varían desde los 400€ el más barato hasta los 800€, aproximadamente, el más caro. Igualmente, la extensa variedad de modelos y precios se ajustan a los requerimientos y necesidades de los clientes. Para completar la tarificación, las empresas arrendatarias tienen en cuenta factores como el modelo del vehículo (si el coche es más caro, el alquiler será también mayor), kilometraje anual, duración del contrato, servicios adicionales como vehículo de sustitución…

El ahorro es, sin duda, la principal razón por la que apostar por una operación de renting. Pero contamos, también, con otras y varias ventajas que hacen porque pasarse al automóvil electrificado sea una buena opción.

Ahorro económico

Como citamos anteriormente, el ahorro es el principal punto que se tiene a valorar a la hora de arrendar un eléctrico de nueva generación. Por supuesto, con los de combustión interna ocurre lo mismo, pero al tener estos un precio de compra más elevado (especialmente por sus costosas baterías), el bolsillo sabrá notarlo mejor.

Supondrá una mejora en la economía tanto largo como a corto plazo, ya que no requiere una inversión inicial ni el pago del coste íntegro del vehículo. En el caso de las empresas y autónomos, pueden optar por un renting con una cuota fija mensual de varios cientos de euros. Así, una cuota mensual es más accesible, sobre todo para los conductores particulares.

Normativas medioambientales en la ciudad

La tendencia en las ciudades españolas pasa por contar con una zona de bajas emisiones a la que sólo pueden acceder los modelos más respetuosos con el medio ambiente. Los eléctricos son uno de ellos. De esta forma, y aunque sea solo de forma momentánea durante este tiempo de contratación, podemos aprovecharnos realmente de las condiciones medioambientales de cada lugar.

Entre las medidas municipales más extendidas en las ciudades españolas se encuentran la libertad de circulación en toda la ciudad y el estacionamiento sin cargos en Madrid o la gratuidad total de los puntos de recarga de titularidad pública en el caso de ciudades como Barcelona.

Beneficios fiscales

A nivel fiscal, empresas y autónomos pueden beneficiarse del reglamento del IRPF sobre el Impuesto de las Personas Físicas. Como tal, especifica una reducción del 30 % para los vehículos eléctricos de batería. Y esto afecta tanto a los de autonomía extendida que supere los 15 kilómetros como a los híbridos enchufables.

Sin embargo, si los usuarios optan por el renting en los coches eléctricos, podrán deducirse el 100% de la cuota, sin incluir el IVA, y entre el 50 y 100% del IVA en función de su actividad profesional. En el caso de los autónomos, estos deben justificar que la actividad del coche está asociada al negocio del que derivan sus rentas del trabajo. En base al uso del vehículo, podrán deducir hasta el 100 % de las cuotas abonadas durante el ejercicio fiscal.

Gestiones del vehículo

Esto es un punto del que muchos prestarán atención. Porque, a la hora de comprar un coche nuevo, sea eléctrico o no, el usuario suele ser más reticente a su adquisición debido a las que pueden ser las gestiones del mismo. Pero con este servicio de alquiler, eso se olvida (a grandes rasgos).

Por tanto, podemos decir que los beneficiarios se despreocuparán ampliamente de las gerencias administrativas asociadas al vehículo. De esta forma, la empresa de renting se encarga de gestionar todo lo referente. De provecho general tanto para particulares como para autónomos, esto es beneficioso para las que pueden ser las empresas interesadas. Sobre todo porque se aumenta la productividad del negocio al no tener que invertir tiempo en gestionar mantenimientos, averías, etc.

 

Fuente: adslzone