Las ventas de ordenadores están viviendo una nueva época dorada «gracias» a la pandemia, que ha elevado el teletrabajo y la necesidad de nuevos ordenadores. Esa demanda ha llegado junto con una escasez en el mercado de los chips, lo que ha hecho que muchos dispositivos hayan tenido problemas de stock.

Otoño y primavera: lanzamiento de nuevos chips

Tradicionalmente, los fabricantes de componentes como NVIDIA, AMD e Intel suelen lanzar sus nuevos productos en otoño o en primavera. Así, suele ser normal ver nuevos lanzamientos en noviembre o en marzo/abril. Los chips para portátiles suelen ser los primeros en presentarse a finales de cada año, de ahí que lo mejor suela ser comprarse un ordenador portátil en otoño.

En otoño encontramos la mayor concentración de compras, y al lanzarse los nuevos modelos, los fabricantes suelen querer quitarse los antiguos. Por ello, el Black Friday o Navidad suele ser un momento ideal para hacerse con alguno en oferta.

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En el mercado de los ordenadores suele ocurrir algo parecido al de los móviles. Actualmente no se puede comprar un Samsung Galaxy S10 nuevo debido a que los fabricantes los dejan de fabricar y los descatalogan antes de que su precio caiga frente demasiado por el lanzamiento de nuevos modelos. Los portátiles suelen descatalogarse rápido de la misma manera, por lo que, si encontramos una oferta de un modelo de la generación inmediatamente anterior, es buena idea hacerse con él antes de que deje de estar a la venta.

Intenta encontrar ofertas

Y es que es cada vez más difícil hacerse con un ordenador portátil en oferta. En verano vivimos un pequeño periodo de tranquilidad, donde el precio de las criptomonedas cayó y la demanda de tarjetas gráficas también se suavizó.

Sin embargo, en el último mes esta demanda se ha disparado de nuevo con el aumento de precio de las criptomonedas, y ahora la escasez de tarjetas gráficas está a los mismos niveles del peor momento de primavera, con precios disparados y problemas de stock por todas partes.

Un portátil gaming no es una opción loca

Los fabricantes de componentes están priorizando los ordenadores portátiles, ya que en ellos tienen un mayor margen de ingresos, y además se aseguran de que no van a para a grandes mineros como sí ocurre con las tarjetas gráficas, ya que el coste de estos dispositivos suele ser más alto.

Por «suerte», muchos portátiles baratos no llevan tarjeta gráfica dedicada, por lo que con tener un procesador Intel o AMD con buen rendimiento y su correspondiente tarjeta gráfica integrada, tendremos más que suficiente para un uso normal en ofimática. En cuanto a portátiles gaming, no es una locura hacerse con uno de ellos en la actualidad, con tarjetas gráficas cuyo rendimiento se acerca a las versiones de escritorio (siempre que compres una con un TDP alto), y con mayor facilidad para encontrar stock.

 

Fuente: adslzone