Han sido agentes de la Policía Nacional los que han desarticulado esta banda que ofrecía la señal de contenidos de pago a 500 personas, a pesar de que el canal de la aplicación de mensajería estaba formado por al menos 3.000 usuarios. Una persona en Vitoria (Álava) ha sido arrestada, y se estima que habría obtenido una ganancia de 40.000 euros con la actividad.

El reseller gestionaba todo a través de un panel

En la redada, los agentes localizaron una tablet, un móvil, distintas cuentas bancarias, y un panel de IPTV que utilizaba para gestionar el servicio y ofrecer los enlaces del contenido a los usuarios que lo contrataban.

La investigación comenzó a principios de 2020 tras recibir una denuncia de una empresa cuyos contenidos se estaban pirateando en la que se ponía en conocimiento de la Policía Nacional que se estaba comercializando IPTV pirata a través de un dominio. En ese dominio se publicitaban varios canales en diferentes redes sociales a través de los cuales se llevaban a cabo las transacciones y comercialización ilícita de los contenidos. Uno de ellos, supuestamente en Telegram, tenía 3.000 usuarios, y en él se publicitaba el servicio y se solucionaban problemas técnicos y dudas de los usuarios.

En el canal se hablaba claramente de los canales que ofrecía el servicio, así como el precio que pagaban los usuarios dependiendo de la duración del paquete contratado y de la cantidad de dispositivos en los que iba a reproducir el contenido, demostrando uno de los riesgos de contratar IPTV pirata: quedarte sin un servicio por el que has pagado, y sin ninguna garantía. Para dificultar la localización del canal, su creador había cambiado el nombre para que fuera difícil relacionarlo con la actividad ilícita.

Reseller y proveedores, de la mano en este servicio

En un servicio de IPTV suele haber dos tipos de miembros. El primer es el proveedor de contenidos que es la persona que obtiene la señal original y se encarga de emitirla a través de servidores para acceder a través de IPTV. La segunda es un reseller, o revendedor, que son los que compran el acceso a esa señal, y posteriormente se la revenden a los usuarios finales a un precio superior al que ellos han pagado al proveedor, obteniendo beneficio con ello. En este caso, el operador se trataba de un reseller.

Tras localizarle, los agentes analizaron el hardware y el software que usaba para gestionar el servicio, y también pudieron localizar a la persona que actuaba como proveedor de contenidos. El servicio contaba con 500 usuarios activos en el momento de la redada. Según el precio medio pagado, se calcula que el operador del servicio habría obtenido 40.000 euros en ganancias. La empresa que denunció la web estima que las pérdidas anuales por este servicio pueden alcanzar cifras de 1,5 millones de euros, suponiendo siempre que quienes pirateaban el contenido hubieran pagado por él.

 

Fuente: Policía | adslzone