El mundo del audio es bastante más complejo de lo que parece; y manteniendo el símil con los smartphones, los auriculares tienen una amplia cantidad de características técnicas que podemos revisar. Cada una de ellas, evidentemente, nos indica una particularidad sobre las prestaciones del dispositivo. Pero hay algunas de ellas que nos sirven como especial referencia para elegir auriculares y hacer una buena compra o, al menos, la mejor compra posible.

Frecuencias, sensibilidad e impedancia son las características técnicas fundamentales

Las características técnicas de unos auriculares, las que declaran los fabricantes, nos ayudan a conocer las frecuencias que puede reproducir el sistema de audio y ‘de qué manera’. Pero únicamente en cuanto a potencia y volumen, en relación con las especificaciones técnicas del reproductor, que podría ser nuestro propio teléfono inteligente.

El espectro de frecuencias, la ‘calidad’ del audio

El oído humano es capaz de percibir una serie de frecuencias de sonido; todas las que puede percibir conforman el espectro audible. Y aunque puede variar, lo normal es que un oído joven y sano comprenda de 20 a 20.000 Hz; es decir, un rango de 20 Hz – 20 kHz. A priori, este es el espectro de frecuencias que debería reproducir un dispositivo de audio porque frecuencias inferiores o superiores, en teoría, no pueden ser percibidas por el oído humano. Pero no es cierto. Los infrasonidos, que son frecuencias inferiores a este espectro, son perceptibles al tacto.

espectro-audibleº

Impedancia y sensibilidad, el ‘volumen’ del sonido

La impedancia es la ‘resistencia’ que se crea al paso de la corriente. En los auriculares, una mayor impedancia implica una menor potencia posible para el reproductor. Este valor se determina en ohmios y, como comentábamos, determinará la potencia que reciben nuestros oídos, en relación a la potencia máxima que sea capaz de entregar el reproductor.

La sensibilidad se determina –a menudo- en dB/mW, o en dB/V, y es la capacidad de un sistema de sonido para convertir la potencia en sonido audible. Cuanto mayor sea la sensibilidad, mayor será el volumen de salida del audio para con una misma carga eléctrica.

Por lo tanto, conociendo la impedancia podremos saber la eficiencia de los auriculares. Este primer dato implica la resistencia al paso de la energía en relación al reproductor, mientras que la sensibilidad nos dice la potencia de reproducción sin alteraciones sobre la carga eléctrica. En definitiva, son datos que nos ayudan a conocer el volumen de entrega de los auriculares.

SONIDO

Qué debemos mirar en unos auriculares, antes de comprarlos, para elegir correctamente

Los tres datos técnicos anteriores son los básicos que podemos revisar para saber, hasta cierto punto, cuáles son las prestaciones del sistema de audio. Ahora bien, hay otros factores importantes: el diseño determinará cuestiones como la ergonomía o incluso el aislamiento acústico respecto al ruido, por ejemplo.

Existen auriculares supraaurales y circumaurales, que son los de tipo diadema, que cuentan con un almohadillado que reposa en torno a la oreja o sobre ella para producir el aislamiento acústico y un ajuste más cómodo. Estos primeros serían los on-ear, mientras que también existen los auriculares in-ear. Estos segundos podrían ser inaurales o ‘de botón’, por su ajuste superficial o incluso introducido en el propio canal auditivo.

En cuanto al diseño, materiales y formas son los elementos clave a tener en cuenta. Determinarán, como comentábamos, que el ajuste sea cómodo y el aislamiento impida la ‘entrada’ de sonidos ambientales. Y por supuesto, que el sonido producido por el propio auricular no se ‘pierda’ y entre directamente en el canal auditivo. Este diseño, además, determina también el tamaño del driver, que es el ‘altavoz’ dentro del auricular.

El tamaño del driver es importante porque un altavoz de mayores dimensiones tiene menor dificultad para representar con fidelidad y profundidad las frecuencias más graves; las frecuencias agudas, sin embargo, requieren de drivers de menor tamaño para una correcta reproducción. Y el material del propio driver, que en pocas ocasiones es especificado por un fabricante, también determina la capacidad del mismo para ‘vibrar’ y dejar de hacerlo, y para hacerlo con la precisión que debería.

Como comentábamos en lo relativo a las características técnicas anteriores, siempre hay que tener en cuenta las especificaciones del reproductor. Podría limitar la potencia resultante, el volumen, el espectro de frecuencias y también la calidad. El DAC es el conversor digital-analógico y repercutirá cuando usemos el minijack de 3,5 mm de audio, mientras que en conexiones inalámbricas Bluetooth, el estándar usado y las prestaciones del propio módem de conectividad influyen también en la calidad de reproducción.

 

Fuente: adslzone