De hecho la compañía hasta la fecha ha presentado varias demandas en los EE.UU., además de en otros países fuera de las fronteras americanas, apuntando a supuestos tramposos que actúan en el exitoso juego GTA V con total impunidad. Sirva como ejemplo que en el pasado mes de agosto, la compañía presentó una demanda contra Jhonny Pérez, un residente de Florida, acusándolo de infringir los derechos de autor al crear y distribuir una herramienta para engañar al mencionado juego y sus usuarios. Este es un software que se ha dado a conocer públicamente como “Elusive”, programa que en concreto puede ser utilizado para engañar interfiriendo en el juego y experiencia del resto de jugadores.

Básicamente el demandado se aprovecha de la propiedad intelectual de Take-Two para vender un producto comercial que interfiere con la jugabilidad del título, todo ello de un modo cuidadosamente coordinado y equilibrado con el entorno que la firma desarrolladora original creó para sus jugadores de Grand Theft Auto V. Al mismo tiempo y desde el punto de vista de la propia empresa, el acusado tiene una clara motivación centrada en el lucro personal, mientras que señala que “Elusive” se está vendiendo a unos precios que oscilan entre los 10 y los 30 dólares, dependiendo del paquete que se adquiera.

Es más, lo potenciales compradores de este software, podían pagar a través de PayPal, aunque al mismo tiempo también se aceptaban tarjetas de regalo de Steam y Amazon. Eso sí, en estos momentos la cantidad de dinero que se ganó con la venta de este software para hacer trampas en GTA V, sigue siendo desconocida.

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Mientras que antes de presentar la demanda Take-Two solicitó los registros financieros detallados a Pérez en un intento de llegar a un acuerdo, el acusado no entregó la información solicitada y finalmente dejó de responder, de ahí la interposición judicial que se está llevando a cabo.

Take-Two quiere acabar con las trampas en GTA V, como sea

Ante la constante falta de respuesta a estas peticiones para intentar acordar algo mutuo, llevó a la firma a presentar la demanda y después solicitar una sentencia por rebeldía. De este modo y según la propia empresa, está claro que el presunto tramposo es culpable de la infracción directa y contributiva de los derechos de autor del título mencionado, por lo que en su propuesta de fallo en rebeldía presentada ante un tribunal federal de Nueva York, se ha solicitado la cantidad máxima en estos casos, que es de 150.000 dólares por daños.

Entre otras cosas, Take-Two afirma que esto está justificado porque la actividad de engaño se tradujo, para la propia compañía, en importantes pérdidas derivadas, indicando que de acuerdo con una estimación proporcionada por la misma firma desarrolladora, el daño es de por lo menos medio millón de dólares. Es más, la aplicación de la pena máxima por daños y perjuicios de los mencionados 150.000 dólares, también debería actuar como elemento disuasorio contra otros desarrolladores que igualmente hacen trampas en este título, o en otros similares.

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Y es que llegados a este punto, algo que se quiere recalcar y que debe ser tomado muy en consideración, es que el demandado no solo está trabajando para crear, distribuir y mantener un programa que altera y modifica el juego de manera ilícita, sino que luego lo vende a los usuarios para beneficio propio.

Por tanto, además de la multa máxima estipulada por daños y perjuicios en la violación de los derechos de autor, también se solicitan otros casi 70.000 dólares por los honorarios de los abogados, así como una orden judicial permanente que prohíba al demandado seguir adelante con sus actividades infractoras, claro está.

Aunque en un principio el desarrollador infractor ha comunicado a la empresa de GTA V que va a cesar en el mantenimiento, desarrollo y distribución del software ilegal para hacer trampas en el título, Take-Two no se fía. Y es que esta es una empresa que ya tiene mucha experiencia en situaciones similares, donde los infractores, una vez son demandados, primero dicen una cosa a modo de acuerdo informal, y luego hacen otra muy distinta. Es por ello que a la compañía le gustaría ver los detalles consolidados en una orden judicial, ya que el propio acusado no ha respondido ante la Corte.

¿Qué os parecen este tipo de importantes medidas disuasorias contra aquellos desarrolladores de software para hacer trampas en los juegos?

 

Fuente: TF | adslzone