Las baterías tienen ciclos de carga limitados, pero puedes alargar su vida útil

Cuidar nuestra batería es cada vez más importante, ya que cada vez más móviles no tienen baterías extraíbles, mientras que cuidar la de un coche eléctrico nos permitirá tener una mayor autonomía conforme avance su vida útil. El coste de las baterías todavía es elevado (sobre todo en los coches eléctricos), por lo que es necesario cuidarlas al máximo si no queremos dejarnos miles de euros en reemplazarlas.

El principal problema que afecta a la durabilidad de las baterías es que, con cada ciclo de carga y descarga, se generan pequeñas reacciones químicas entre el electrolito y los electrodos de las celdas que van mermando poco a poco la vida útil de la batería. Entre los factores que dañan nuestra batería encontramos principalmente dos: altas temperaturas, y mucho tiempo operando con alto voltaje.

La alta temperatura agrava los efectos adversos de las reacciones químicas de las baterías, mientras que un alto voltaje (por ejemplo, usando carga rápida constantemente) genera mayor carga durante unos pocos ciclos de carga, tras los cuales el rendimiento cae, además de deteriorar aún más rápido la celda.

Las baterías de los coches necesitan refrigeración para no dañarse por calor

Esto es uno de los motivos por los que el coche eléctrico lo va a tener complicado para ganar terreno en zonas calurosas del planeta, y puede generar problemas en verano en zonas como España. Para evitar que se dañen, los coches de Tesla o el Chevrolet Bolt tienen sistemas que refrigeran las baterías en el caso de que se supere una determinada temperatura. Otros coches como el Nissan Leaf usan refrigeración pasiva.

tesla-baterias-coche

Esto, a su vez, genera que la propia batería de los coches se desgaste, por lo que tienes que tener cuidado si compras un coche eléctrico y vas de viaje con él, pues puedes quedarte tirado y perder autonomía tras un día en la playa. Por ello, si te compras un coche eléctrico, intenta que sea de color blanco y asegúrate de que tenga refrigeración activa, además de aparcarlo en zonas de sombra. Esto se aplica también a los dispositivos electrónicos, los cuales tenemos que evitar dejar al sol o totalmente cargados si no vamos a usarlos durante semanas o meses.

El mayor exceso de temperatura de una batería se genera cuando la cargamos. Por ello, es conveniente evitar usar la carga rápida si no tenemos prisa por cargar el móvil. Por ejemplo, para el móvil podemos usar un cable que no sea compatible con carga rápida, pero que sea bueno y seguro. En el caso del coche (como los Tesla), sólo usar los Supercharger en ocasiones puntuales, y cargarlo normalmente en casa por la noche sin prisa.

bateria-externas

Otro truco que podemos aplicar es evitar cargar nuestra batería al 100%. Aunque sea muy agradable tenerla cargada al máximo antes de salir de casa, hacer que nuestra batería cargue hasta el 80% puede llegar a triplicar los ciclos de carga de vida útil frente a hacerlo al 100%. Además, la mayoría de las veces no llegamos a gastar la batería del móvil, por lo que dejarla al 80% no nos supondrá un problema. En cuanto a la descarga, es recomendable no bajar del 20%.

Además, el mayor daño se produce cuando dejamos el dispositivo sin usar durante mucho tiempo con la batería cargada al 100%. Para ese tipo de casos es mejor dejarla entre el 30 y el 60%, que es la carga que suelen llevar los móviles recién comprados cuando los encendemos. El problema es que los fabricantes de móviles no incluyen esto, por lo que tienes que bajarte alguna aplicación que lo permita.

 

Fuente: Electrek | adslzone