El HFC: aumenta 1 millón de clientes en 10 años, pero queda muy por detrás de la fibra

En 2007 el número de líneas de ADSL era de 6 millones, frente a 1,5 millones de HFC. En 2017, tenemos 5,5 millones de ADSL, 2,5 millones de HFC, y 6 millones de FTTH. A pesar de introducciones como el DOCSIS 3.1, que permite velocidades de descarga de hasta 1 Gbps, el mayor despliegue que se está realizando es de fibra por sus múltiples ventajas.

Por ello, no es de extrañar escuchar afirmaciones como las que ha realizado el Ministro de Comunicaciones de Australia, Mitch Fifield. En relación a por qué se ha detenido el despliegue de HFC en el país por parte de National Broadband Network (NBN), el ministro ha dicho que la causa se encuentra “problemas técnicos causados por que el HFC no es una tecnología tan madura como la fibra óptica”. Incluso se atreve a decir que no está tan madura como el Internet vía satélite o conexiones fijas a través de redes móviles.

Las redes HFC envejecen muy mal

Estos problemas técnicos están generando unos costes de entre 268 y 505 millones de euros, y Fifield afirma que los fallos se pueden reparar y que no van a abandonar la red. El despliegue del cable empezó a finales de los años 90 en Australia por parte de Telstra al mismo tiempo que en Estados Unidos, y actualmente presenta problemas en Australia en dos aspectos: los conectores que enganchan los cables de la calle con los de los hogares, y otro son las interferencias entre usuarios de cable debido al espectro utilizado en el cableado. A esto hay que sumarle constantes caídas, algunas consecuencias de estos fallos.

NBN propuso reemplazar la anticuada red de HFC instalada a finales de los 90 por FttC (Fiber-to-the-Curb), que llevaría fibra hasta los nodos de 700.000 unidades inmobiliarias, y de ahí un cable coaxial llegaría a la casa o empresa que lo requiriera. Con esta tecnología pueden alcanzar velocidades de 500 Mbps y de hasta 1 Gbps con G.Fast o 5 Gbps con XG-FAST.

Los cierto es que estos problemas no existen con las redes de fibra óptica. Aunque la inversión inicial requerida es mucho mayor, a largo plazo tener una red de fibra es mejor ya es que más fácil de escalar, estable, e inmune a interferencias. Arreglar el HFC como están haciendo en Australia es un parche para evitar implementar soluciones que arreglen este tipo de problemas, como cablear con fibra la mayor cantidad de territorio posible.

 

Fuente: ZDNet | adslzone