Aunque a día de hoy los usuarios ya pueden decantarse por varias propuestas de este tipo entre la amplia variedad existente, este es un mercado que viene claramente comandado por la propuesta de Netflix, un servicio streaming legal que ya ha superado los 100 millones de suscriptores, muy por encima del resto de competidores directos.

Al menos en nuestro país, otras propuestas similares a la mencionada son HBO y Amazon Prime Video, entre otras, plataformas todas ellas que tienen unas características muy similares y que son la clave de su creciente éxito. Quizá se podría decir que uno de los puntos más importantes por los que estos servicios de vídeo están triunfando en todo el mundo, es gracias a sus asequibles precios para la mayoría de los usuarios. Y es que, por alrededor de 10 euros mensuales, podemos acceder a una enorme cantidad de contenidos de todo tipo, desde múltiples dispositivos e incluso en algunos casos poder descargarlos para su visualización off-line.

A todo esto hay que sumarle que estas firmas están adquiriendo cada vez más experiencia a la hora de proponer contenidos propios y de calidad a sus usuarios suscritos, lo que hace que estos se vean en la obligación de pagar la cuota de esa plataforma en concreto para acceder a determinadas series y películas propias. Pues bien, como no podía ser de otro modo, desde que estos servicios de vídeo comenzaron a tener una importante aceptación entre los usuarios, la industria del cine, la televisión y el entretenimiento en general, lo vieron como un gran paso para intentar acabar, o al menos reducir, la piratería de contenidos sujetos a derechos de autor, tal como efectivamente está sucediendo.

Sin embargo y a modo de curiosidad, decir que los máximos responsables de la plataforma líder del sector, Netflix, en principio afirmaron no darle demasiada importancia y ni siquiera preocuparse por todo lo relacionado con esta piratería de contenidos con copyright. Sin embargo, con el paso del tiempo esta es una postura que, visto lo visto, ha dado un giro radical, más cuando la propia compañía comenzó a producir sus propios contenidos y empezaron a ver cómo estos se ponían a disposición de todo el mundo en Internet de manera ilícita.

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Fue a partir de entonces cuando la firma de servicios audiovisuales puso más medios para luchar contra la piratería, ya que como suele ser habitual en muchos casos, hasta que algo no nos afecta directamente, no nos damos por aludidos.

Netflix no ceja en su empeño de acabar con la piratería de contenidos

Es por ello que, además de por lo mencionados precios y contenidos interesantes, empresas como Amazon, HBO o Netflix se unieron a la causa y decidieron emplear otros medios un tanto más directos para acabar con la propagación de contenidos sujetos a derechos de autor por la Red, ya no solo los propios, sino todos. Es por ello que se han asociado a diversas organizaciones ya expertas en esta «batalla» que se lleva planteando durante más de una década para acabar con portales, servicios, plataformas y dispositivos que apoyan el uso de contenidos audiovisuales de manera gratuita.

De hecho y para todo ello, estas plataformas de vídeo legales, están incluso actualizando su modus operandi, adaptándose a los nuevos tiempos, en concreto a lo que ya se ha dado a conocer como la piratería 3.0. Esto es algo que ya ha quedado más que patente esta misma semana cuando el «universo Kodi», parte fundamental en la nueva era de la piratería, ha recibido un duro varapalo por parte de estas plataformas, entre otras muchas organizaciones, atacando y forzando la desaparición de algunos de los principales add-ons ilegales.

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Decir que estos son los complementos de terceros que se desarrollan para implementarse en el software legal y de código abierto, Kodi, para acceder de manera sencilla e inmediata a los contenidos de pago de modo ilegal.

Hablamos de todo tipo de series, películas, eventos deportivos, canales televisivos de pago, etc. Cierto es que, con los servicios de pago ofrecidos, las plataformas streaming de vídeo están logrado lo que otras organizaciones llevan intentando durante casi 15 años sin apenas éxitos, es decir, que dicha piratería disminuya y muchos usuarios finalmente se decanten por pasar por caja a la hora de acceder a determinados contenidos de música y vídeo. Pero si ahora además se centran en tomar este tipo de medidas de presión «a la fuerza», es posible que los elementos relacionados con estas prácticas ilícitas, estén pasando por su momento más delicado en muchos años.

 

Fuente: adslzone