El fabricante ha anunciado en un comunicado que hasta 12.000 trabajadores dejarán la empresa en los próximos tiempos, o lo que es lo mismo, un 11% de los que actualmente están empleados por Intel. La mayoría de estas bajas se comunicarán en un plazo máximo de 60 días aunque algunos tendrán que esperar hasta el 2017 para conocer su futuro.

Intel espera ahorrar 750 millones de dólares este año y 1.400 millones de dólares a mitad de 2017 con los despidos. El coste aproximado de la operación será de 1.200 millones de dólares. El fabricante de chips explica que, aunque se trata de una cifra realmente mareante, a la larga servirá para ahorrar mucho dinero.

La idea es “evolucionar” más allá del mundo del PC apuntando hacia la nube y los dispositivos conectados. Intel se centrará en conseguir una división más rentable para móviles y ordenadores, además de aumentar sus inversiones en centros de datos, Internet de las cosas, memoria o conectividad, además de en los segmentos como los portátiles 2 en 1 o los juegos.

 

Fuente: adslzone