La evolución de las necesidades de las empresas de alojamiento en la web han modificado el panorama de los centros de datos y las posibilidades que estos ofrecen. Hasta hace no mucho tiempo, las únicas opciones que teníamos eran los alojamientos compartidos o dedicados. En el primero de los casos lo que hacíamos era compartir servidor con otros clientes, algo que contaba con una serie de inconvenientes pese a ser la opción más económica. En cuanto al alojamiento dedicado, teníamos que “comprar” un servidor entero para nosotros anticipando las necesidades futuras y con cientos de dudas por si nos habíamos pasado o quedado cortos. La novedad que deja todo esto atrás son los servidores cloud, con los que cuenta por ejemplo la empresa alemana 1and1 entre otros proveedores, y que es una de las sensaciones del momento.

Podríamos decir que los servidores cloud tienen lo mejor de los dos mundos. Y es que este tipo de servidores tienen una infraestructura especial que les permite abstraerse completamente del hardware, es decir, no están en ningún equipo en concreto pero están en todos a la vez. Por ello, una de las grandes ventajas es su resistencia a problemas físicos en su hardware, ya que aunque falle un componente, el servidor cloud podrá seguir funcionando sin problemas. Todos los elementos, espacio de almacenamiento en disco, ancho de banda, memoria RAM o procesador, están equitativamente distribuidos dentro de una nube de servidores. Aquí viene el tema de la dependencia de una máquina física, algo que no existe en este concepto de servidores. Su disponibilidad, es decir, el tiempo que están disponibles para el cliente roza el 100%. Entre uno de los estudios, que analizan este tipo de servidores está el informe anual elaborado por la firma de análisis norteamericana Cloud Spectator, en el cual se destaca el buen hacer de 1&1 Servidor Cloud.

Pero las ventajas no quedan sólo en eso. Un servidor cloud puede “ampliarse” bajo demanda en cuestión de minutos, por no decir segundos. Si necesitamos puntualmente más ancho de banda o almacenamiento, es algo que podemos conseguir desde nuestro propio panel de control. Esto habla de su alto grado de flexibilidad y escalabilidad. Tampoco podemos olvidarnos del dinero, ya que este tipo de servidores tienen un costo mucho más bajo que los tradicionales. Su facturación se suele realizar sobre el uso real que vayamos a hacer del servidor, por lo que resulta más económico que pagar por algo que no usamos pero tenemos ahí “por si acaso”. Además, nosotros no tendremos que pagar las ampliaciones, mejoras o cambios de piezas de los equipos.

Así que ya sabéis, los servidores cloud han llegado para quedarse y son muchas las ventajas con respecto al alojamiento tradicional. Eso sí, es muy importante elegir un buen proveedor para asegurarnos el tener todas estas ventajas y minimizar al máximo los problemas existentes. Para ello, basta con ver las conclusiones que arroja cada año este estudio y poder así tener una opinión más formada a la hora de tener que decantarnos por uno en concreto.

 

Fuente: adslzone