Lo cierto es que en estos casos proporcionamos a estas páginas datos que en ocasiones no daríamos o mostraríamos ni siquiera a los familiares pensando que el anonimato de los mismos está garantizado al 100%, pero en la mayoría de los casos, eso no es así. Tampoco es cuestión de ponernos alarmistas, ni mucho menos, pero antes de compartir determinada información en la Red, deberíamos pensar dos veces que esos datos podrían quedar expuestos en cualquier momento al resto del planeta si otro internauta consigue «saltarse» los sistemas de seguridad de esa página web.

Para la mayoría de los mortales, conseguir acceder a datos protegidos por webs que podemos denominar como serias es una tarea imposible, y aunque llevar a cabo ciberataques a las mismas resulta una tarea harto complicada incluso para los hackers más avanzados, ninguna es totalmente segura al 100%. Desde que Internet es lo que conocemos hoy en día, se han dado multitud de casos en los que páginas y sitios que se suponía inaccesibles, han sido atacadas y extraídos los datos almacenados en sus servidores.

Recientemente nos hemos encontrado con el caso del portal de citas Ashley Madison, un tema que puede llegar a traer serios problemas a los usuarios allí registrados, tanto a nivel personal como profesional. Una vez se ha llevado a cabo este ciberataque y han quedado expuestos todo tipo de datos e imágenes comprometedoras de más de 30 millones de usuarios registrados, nos podemos preguntar que quién asume la responsabilidad. Quizá los usuarios, antes de comenzar a utilizar este servicio debería haber leído cuidadosamente los términos del mismo donde claramente se estipula que, “es de su conocimiento que a pesar de que hacemos lo necesario para mantener la seguridad necesaria para proteger sus datos personales, no podemos asegurar la privacidad de la información que usted provee a través de la Internet y sus mensajes.

Algo muy similar podemos encontrar en otros servicios tan conocidos como Tinder o WhatsApp, donde se apunta que se hacen todos los esfuerzos para mantener la seguridad de los datos de sus usuarios pero que no pueden asegurar al 100% la privacidad de estos.

De este modo las webs, aplicaciones y servicios que manejan datos personales de sus usuarios, en parte se cubren las espaldas y eluden responsabilidades ante posibles ciberataques. Por estas razones, cuando vayamos a compartir cierto tipo de datos o imágenes a en la Red, deberíamos pensarnos dos veces las consecuencias que esto podría acarrearnos en el caso de que se hicieran públicos, algo ante lo que ningún internauta está completamente a salvo.

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Fuente: adslzone