Twitter, Facebook y sobre todo los foros se han convertido en zonas de debate donde los usuarios hablan para bien o para mal de sus compras, servicios, productos, etc. No siempre gusta a las empresas leer opiniones negativas y es aquí cuando entran en juego las argucias legales para tratar de censurar determinadas opiniones. En ADSLZone hemos recibido varios requerimientos judiciales de tiendas que consideran que se está incurriendo en un delito cuando un usuario habla de “presunta estafa, timo, engaño, etc” y es que son los titulares de los portales son los responsables de las opiniones de terceros. Para entendernos, si un usuario difama a una tienda, el responsable es la web y no el propio usuario.

Último ejemplo en nuestros foros

Desde hace semanas, una tienda de móviles que cuenta con multitud de quejas por parte de los lectores se ha puesto en contacto con nosotros para exigir la retirada inmediata de los comentarios donde los usuarios critican su funcionamiento. Normalmente, los primeros contactos son por email, en caso de que la respuesta no sea favorable la siguiente vía es el burofax con el requerimiento judicial. En este hilo en cuestión hemos ido editando todas las frases susceptibles de ser consideradas un delito y es que creemos fielmente en la libertad de expresión y más si cabe cuando un usuario puede advertir a otro de que no debe comprar en una determinada tienda. En este caso, al no recibir respuesta favorable por nuestra parte, lo que ha hecho el responsable de la empresa ha sido crear varios mensajes favorables intentando desmontar las críticas de los lectores. El problema fundamental es que el efecto Streisand provoca en el censor el efecto contrario, es decir, se magnifica la información que inicialmente trató de ser ocultada.

No es el único ejemplo, en otras ocasiones cuando las críticas han subido de tono hemos tenido que recurrir a la asesoría legal para dilucidar si era necesario o no editar o borrar un determinado contenido. El caso es que la línea que separa la legalidad de la ilegalidad es muy fina, por tanto el primer consejo para opinar sobre un tercero consiste siempre en ser prudente. Sabemos que cuando una empresa, sea de la índole que sea, actúa de forma incorrecta, es complicado mantener las formas, pero en Internet todo queda almacenado y es importante evitar problemas en el futuro.

La importancia de las críticas

Lo que es evidente es que Internet es uno de los mejores escaparates para un negocio, de ahí que sea imprescindible no solo contar con un buen servicio, sino saber gestionar las incidencias y los problemas. Si algo tiene la red es que las opiniones de los internautas generan inercias, y por tanto lo más importante es tratar de atender a los usuarios descontentos antes que tratar de censurar un comentario negativo.

 

Fuente: adslzone