Si los nombres de Taobao.com, Tmall.com o Zol.com te resultan familiares, tal vez sea debido a que eres uno de los millones de clientes que recurren a estos portales para comprar cualquier clase de productos, desde electrónica a juguetes o cualquier artículo de ropa. Comprar por Internet puede resultar muy cómodo y en la mayoría de casos también más barato que hacerlo por las vías tradicionales debido a una oferta infinita, que prácticamente tiene en el plazo de entrega la única de sus desventajas.
Pero según denuncia un documental elaborado por la televisión CCTV de China, algunas de estas páginas web ofertan productos que en muchos casos son falsos. En dicho documental se analizaron 92 productos elegidos de forma aleatoria y de ellos 38 (más del 41%) eran copias del original aunque el supuesto fabricante no avisaba de ello en ningún momento. El asunto es especialmente grave en el país asiático debido al repunte de su economía (considerada la segunda potencia mundial en este sentido) y la apuesta por un mercado interior que comienza a plantar cara a las exportaciones.
Es por ello que desde la Administración Estatal de Industria y Comercio y la Asociación de Consumidores de China, han querido poner sobre aviso a estas páginas webs, algunas de ellas propiedad de la compañía de comercio electrónico Alibaba, para evitar las quejas de los usuarios que adquieren estos productos. En China, 350 millones de personas hacen uso cada año de Internet como medio para realizar sus compras, acarreando un gasto medio de 423 euros al año por usuario.
La tecnología como arma contra la falsificación
Existen actualmente diversas tecnologías en desarrollo capaces de detectar productos falsificados provenientes de China en buena parte de los casos. Así ocurre con unas lentes especiales creadas por NEC que proporcionaría a los smartphones una herramienta para detectar al momento cualquier copia de un producto original que fuera analizada por el usuario. La venta de este tipo de productos por Internet puede suponer en ocasiones la indefensión de los compradores, que tienen que enfrentarse a diversas trabas burocráticas para solicitar la devolución del dinero o reclamar esta incidencia al proveedor.
