La red Tor es un excelente escondite para la actividad ilegal en Internet, o al menos así es como lo perciben los 16 países de Europa que de la mano de Estados Unidos han participado en esta operación conjunta que concluye con un total de 400 sitios web cerradas por las autoridades y los 17 arrestos. Según han alegado las autoridades, Tor es “el hogar para miles de mercados ilegales, el comercio de drogas, imágenes de abuso infantil y la comunicación para grupos extremistas”. Además, los expertos ya han concluido que este cierre de 400 sitios web representa un “gran avance para la lucha contra la ciberdelincuencia”.

Entre los 17 detenidos encontramos a Blake Benthall, que habría sido el máximo responsable tras Silk Road 2.0, un mercado negro para la compra y venta de sustancias ilegales -drogas-. Pero no sólo han sido un total de 400 los sitios web cerrados, y 17 personas detenidas, sino que la operación también ha llevado a la incautación de Bitcoins por valor de aproximadamente 1 millón de dólares. En este sentido, el jefe del centro de ciberdelincuencia europea de la Europol, ha dejado patente que, tras el resultado de esta operación conjunta, “se ha demostrado que juntos somos capaces de eliminar con eficacia infraestructuras criminales vitales para la delincuencia organizada en un grave grado”, en relación con la colaboración de 16 países europeos en conjunto con los Estados Unidos.es

La red Tor es vulnerable a los organismos legales

Troels Oerting, además, añadió en su declaración que “no sólo se trata de la eliminación de sitios webs del Internet abierto, sino también pertenecientes a la ‘red oscura Tor’, gracias a la cual durante años los delincuentes se han considerado a salvo”. De esta forma, se ha dado a entender que se ha alcanzado una importante evolución en los mecanismos y técnicas para rastrear la ubicación física de los servidores de la “red oscura”. Además, en la operación se ha alcanzado un grado de cooperación internacional sin precedentes, lo que sin duda pondrá en alerta a los ciberdelincuentes de similar índole.

Han ofrecido más datos, los expertos, refiriéndose a la “red oscura”. El anonimato en Internet alcanza, según han señalado, una dimensión hasta 500 veces superior con respecto a la “red abierta” de Internet. Es decir, el escondite para la ciberdelincuencia tiene, sin duda, unas dimensiones realmente sorprendentes. No obstante, esta última operación ha dejado patente que no hay escondite en Internet para los delincuentes, a pesar de que hasta ahora ha sido incluso fácil ocultar su actividad ilegal. En Tor, señalan, hay aproximadamente tres millones de usuarios, y evidentemente la cifra de sitios webs dedicados a actividades ilegales es bastante menor.

La brecha entre la seguridad y los derechos

La privacidad preocupa especialmente a esos tres millones de usuarios -aproximadamente- que ocupan la red Tor y se mantienen tras el anonimato que esta tecnología les brinda. Y a otros tantos millones de usuarios de Internet que, aunque desconocen la metodología para volverse anónimos en Internet, tratan de cuidar su información al margen de que grandes empresas traten de conocer todo sobre ellos. En este punto es donde se enciende la polémica.

No cabe duda de que los organismos correspondientes y los gobiernos, para poder mantener al límite estas actividades ilegales, deben tener acceso a la red Tor y otras partes de la “red oscura” de Internet en la que se ocultan usuarios. Ahora bien, de lo que no debería tampoco caber duda alguna es de que la privacidad es un derecho, tanto para las personas físicas, como para los usuarios de Internet. Por eso, mientras nos alegramos de que la ciberdelincuencia esté a unos milímetros menos de extinguirse, debemos pararnos a reflexionar sobre la metodología que se emplea para poder llevar a cabo este avance legal.

Mientras tanto, un importante sector de los usuarios se mantiene ajeno opinando que “si no hay nada que esconder, no deberíamos temer a los gobiernos”, una afirmación que no puede sino ser fruto del desconocimiento de prácticas abusivas que organizaciones como la NSA llevan a cabo. Y es que, según informó recientemente Edward Snowden, “los trabajadores de la NSA se mofan con la pornografía casera de millones de usuarios en todo el mundo.

 

Fuente: adslzone