Televisores, teléfonos inteligentes, tabletas, monitores de PC, ordenadores portátiles… Todos estos dispositivos anteriores, y muchos otros, se valen de la tecnología LED para la iluminación de las pantallas, luego en la tecnología “del día a día” es fundamental, y la adopción del LED se ha producido precisamente por la alta eficiencia energética que permite. Pero, ¿qué hay de estos dispositivos si un nuevo tipo de luz plana es capaz de ofrecer un consumo 100 veces inferior? No sólo es fundamental en dispositivos conectados a la corriente doméstica, donde se reduciría considerablemente el consumo energético, sino en los dispositivos móviles, donde la autonomía se puede aumentar en sobremanera.

Si revisamos las estadísticas de consumo energético de un teléfono inteligente, una tableta o un ordenador portátil nos daremos cuenta de que la pantalla es uno de los componentes que más consumen y, actualmente, la mayoría se valen de la tecnología LED. ¿Qué ocurre si sustituimos el LED por una luz plana que consume 100 veces menos? Evidentemente, la autonomía se vería aumentada en gran medida.

Esta tecnología permite una elevada eficiencia energética de 60 lúmenes por vatio, lo que supone aproximadamente un consumo 100 veces por debajo del que alcanza la tecnología LED. Se consigue gracias a la utilización de nanotubos de carbono como cátodos y, como ánodo, una pantalla de fósforo en una cavidad de vacío. Según Norihiro Shimoi, que lidera el estudio de esta tecnología, el principal descubrimiento se ha hecho ya, y está basado en la utilización de un cátodo como pared simple de nanotubos de carbono altamente cristalina y una pantalla de fósforo como ánodo. Este método da lugar a una estructura mejor con respecto al LED y, además, una mayor homogeneidad en el brillo de la fuente de luz.

 

Fuente: Review of Scientific Instruments | adslzone