En estos momentos, Telefónica cuenta con el 22% de Canal+, PRISA tiene el 56% que intenta comprar ahora la operadora y el 22% restante está en manos de la italiana Mediaset. Si se cierra la operación y la CNMC autoriza la oferta, Telefónica pasaría a controlar el 78% de la empresa de televisión, tal y como nos comenta en Expansión el periodista Ignacio del Castillo.
La operadora obtendría importantes ventajas con la compra de Canal+. La primera es el acceso a cerca de 1,6 millones de clientes que actualmente pertenecen a la plataforma de televisión de pago. Estos usuarios harían un desembolso medio de unos 43 euros, una cifra nada despreciable.
Pero las ventajas no quedan ahí, ya que se colocaría en una posición inmejorable para traspasar a todos estos clientes a su red de fibra óptica, que cada vez llega a más lugares de la geografía española. Estos clientes, dispuestos a realizar un importante desembolso por la televisión de pago, son un activo muy valioso para Telefónica.
Otra ventaja adicional es la de poner tierra entre sus inmediatos competidores y así evitar que Canal+ pudiera ser adquirida por cualquier otra empresa del sector. La gran cantidad de derechos sobre películas, series y eventos deportivos, constituye el último (y no menos interesante) atractivo de la plataforma de televisión.
A la espera de Bruselas
La operación deberá ser ahora valorada por la CNMC, cuyo presidente José María Marín Quemada, declaró hace unos días que la posible compra de Canal+ por parte de Telefónica deberá ser analizada por Bruselas. La dimensión de la operación hace necesario un minucioso análisis por parte del ejecutivo europeo.
