Desde Mountain View confirmaban la compra definitiva de Nest Labs, una compañía conocida por el desarrollo de termostatos y detectores de humo inteligentes, por un montante total de 3.200 millones de dólares, aunque el acuerdo tiene aún que perfilarse los próximos meses. La firma incluye una especia de contrato de colaboración entre las partes, por el cual, Nest seguirá actuando como marca propia, pero bajo la supervisión de Google.
El movimiento se hacía oficial a través de un comunicado emitido por Larry Page, cofundador y CEO de Google en el que mostraba su satisfacción por la compra: “Los fundadores de Nest, Tony Fadell y Matt Rogers han constituido un equipo estupendo al que damos la bienvenida a la familia de Google. Producen aparatos increíbles, que ya están disponibles y que ayudan a ahorrar energía y proteger a la familia”. La otra parte también se mostraba encantada de unirse al gigante de Internet.
¿Qué podemos esperar?
Efectuada la compra y acordada la venta, llega el momento de hacer cábalas. Google no invierte 3.200 millones de dólares para únicamente acoger a Nest en su equipo y dejarlos que trabajen por su cuenta. Conociendo la manera de actuar de la compañía, seguro que tienen planes mucho más grandes reservados para este sector, y esta compra podría ser solo el primer paso.
La tecnología viaja cuesta abajo y sin frenos hacia el denominado Internet de las cosas. Prácticamente cada objeto cotidiano podría contar con un pequeño procesador diseñado para fines concretos y unidos entre sí en una red doméstica dominada por el usuario a su antojo. Google es consciente de esto y no quiere perder la oportunidad de expandir su empresa más aún si cabe. Declaraciones de Fadell lo dejan claro: “Google nos ayudará a cumplir nuestra visión de casa inteligente, y vamos a poder cambiar el mundo más rápido que por nuestra cuenta”.
Supone la incursión de Google en una nueva área, un área en auge que según las previsiones, podría convertirse en un futuro no muy lejano en realidad. Dejando por un momento a un lado las críticas por supuestas faltas contra la privacidad de los usuarios, imaginad un hogar inteligente interconectado todo a través de un smartphone o tablet Android, la cantidad de posibilidades de seguridad, ahorro, comodidad y ocio que ofrecería. Eso sí, lo que comentábamos antes, puede ser crucial: ganarse la confianza perdida de los usuarios.
