Debido a la saturación de las bandas de frecuencia empleadas para la transmisión de información vía Wi-Fi, muchos científicos se han planteado esta alternativa como método de liberación de las bandas, para así evitar las saturaciones y la disminución de la velocidad de conexión. Y la alternativa planteada es el Li-Fi, la comunicación a través de impulsos de luz visible mediante los que se transfiere la información. Estos impulsos son imperceptibles para el ojo humano, ya que se produce a partir de diminutos bombillas LED que son capaces de encenderse y apagarse millones de veces por segundo.

Como ya hemos mencionado, esta tecnología permite la transmisión de información a través de la luz. Esto se traduce en que en un futuro el interior de una bombilla contaría con un emisor Li-Fi, y a través de los impulsos que genera, se transferiría el flujo de información a todos los dispositivos que se encuentren a su alcance. Estos dispositivos contarían con un receptor capaz de descodificar la señal luminosa.

Gracias a esto, no sólo sería posible una reducción en la saturación de la banda, sino que podríamos alcanzar velocidades de conexión mucho mayores, llegando incluso a los 500 Mbps, es decir, cinco veces más que el máximo ofrecido en la actualidad mediante fibra óptica. Y este es gracias a que la luz, al igual que las señales WiFi, es una onda electromagnética, pero con una frecuencia 100.00 veces mayor, lo que proporciona velocidades de transmisión más altas. Además, la tecnología Li-Fi no provoca interferencias con otros sistemas, otra de sus grandes ventajas.

El sistema Li-Fi comenzó a investigarse en el año 2011, cuando un conjunto de compañías se unieron para crear el Consorcio Li-Fi, defendiendo que la velocidad de conexión podría llegar incluso a los 10Gbps teóricos (aunque en la realidad no se garantizan más de  500Mbps). Ya se han realizado pruebas conectando varios ordenadores a una bombilla LED, obteniendo velocidades de hasta 150 Mbps. Además la instalación ha resultado increíblemente sencilla, ya que tan sólo hizo falta un simple kit que acoplar a una bombilla convencional.

Li-Fi

Por otra parte, esta tecnología promete ser incluso diez veces más barata que el WiFi, además de ofrecer niveles más altos de seguridad ya que los impulsos lumínicos tienen un alcance reducido que no permite traspasar paredes. Este aspecto, a la vez que suponer una ventaja, también puede ser un inconveniente, ya que si habitualmente es suficiente con instalar un router para obtener cobertura en una vivienda, ahora sería necesarios diferentes puntos de acceso instalados en las bombillas del hogar, ya que la transmisión de información tiene lugar mediante el “contacto directo” luz-dispositivo.

A pesar de este inconveniente, este podría ser el futuro para la conexión a Internet en las grandes ciudades, en las que las mismas farolas de las calles podrían convertirse en hotspots. ¿Será esta la alternativa al WiFi del futuro?

 

Fuente: adslzone