La última promoción promovida por productores y exhibidores de cine en nuestro país ha dejado un gran sabor de boca tanto a la organización como al público. La denominada Fiesta del Cine ha demostrado como pocos eventos que el problema de la escasa afluencia a las salas en nuestro país no es otro que el precio de las entradas. La excusa que apunta a la "piratería" como causante de todos los males del sector pierde más fuerza que nunca.

Desde el propio sector surgen voces que claman por una reducción de los precios en taquilla. Bien es cierto que habría que ver hasta qué punto sería sostenible el precio de 2,90 euros fijado en la Fiesta del Cine, pero es indudable que se ha demostrado un enorme filón para atraer a los espectadores y poblar unas salas que hasta esta semana se mostraban semidesérticas en la mayoría de sus sesiones.

Más paro, menor salario... y entradas más caras

El precio medio de las entradas en España en 2012 se situó en los 6,5 euros (cifra muy inferior a la que se da en ciudades como Madrid o Barcelona). En la última década esta cantidad no ha hecho más que elevarse a pesar de la crisis económica que afronta el país, iniciada en 2007 y sin visos de terminar a corto plazo. Esto ha traído como consecuencia un drástico recorte en salarios y que las cifras de desempleados se disparen, lo que ha impedido a muchos aficionados permitirse ir a las salas con regularidad. Por este motivo, las personas que han abarrotado las salas en estos días han clamado por una severa rebaja en el precio de las entradas.

Sin embargo, desde la industria siguen sin tenerlo claro. En una fácil cuenta matemática, la industria afirma que para recaudar lo mismo que ahora con un precio rebajado a la mitad tendrían que doblar el número de espectadores que acuden a las salas. En su opinión esto es demasiado difícil más allá de promociones puntuales, pero cabe recordar que el número de espectadores en estos días no solo se ha doblado sino que ha sido un 550% más que una semana atrás.

No es una solución sencilla y que se pueda tomar a la ligera, pero la actual política solo ha llevado al descenso en las recaudaciones de forma continua y al cierre de salas. En 2012 se recaudaron 614,20 millones de euros, lo que supone 57 millones menos que cuatro años atrás. Cierto es que la subida del IVA al 21% no ha contribuido para mejorar estos datos, pero desde el sector no ha habido ningún movimiento para cambiar el rumbo más que esta última promoción.

El cine a 3 euros ha resultado una medida efectiva como pocas y basta con ver las colas en las diferentes salas a nivel nacional para comprobarlo. La promoción ha resucitado a un sector en declive y ha puesto sobre la mesa un problema evidente. Ahora solo hay que atreverse a tomar soluciones y solo la industria, con la ayuda del Gobierno, por qué no, puede hacerlo. Puede que dicho precio no se pueda mantener, pero han de buscarse nuevas fórmulas con urgencia. Quizá rebajarlo a 4-5 euros sin encarecer en demasía las sesiones 3D. Quizá tarifas planas, de muy buena acogida según los antecedentes. En definitiva, soluciones para un sector cuyos servicios se han demostrado rentables y demandados y que desde hace tiempo se ha anclado en la queja y el lamento.

 

Fuente: adslzone