La Comisión Europea investiga la denominada "planificación fiscal agresiva y la deslocalización de beneficios" que emplean este tipo de compañías en el continente y que les permite ahorrarse decenas de miles de millones de euros en impuestos. Desde la primera reunión por parte de los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la UE en mayo, se estudian propuestas para forzar a estas empresas a contribuir al fisco en mayor medida.

La primera medida que ha tomado Bruselas es investigar a los países en los que se apoyan las compañías para tributar al mínimo en otros como España. Nos referimos a Irlanda, Holanda y Luxemburgo, donde la Comisión estudia si el régimen fiscal que aplican a las multinacionales contiene ventajas contrarias a la legislación comunitaria.

En caso de detectar la concesión de ayudas selectivas a estas compañías se abriría un proceso que podría tener como consecuencia la obligación de los Estados para reclamar el dinero no recaudado. Así, gigantes como los citados tendrían que pagar los impuestos correspondientes, lo que supondría una cifra millonaria difícil de cuantificar a priori y un fuerte varapalo para empresas que no solo trabajan en el ámbito tecnológico ya que hay otras que se acogen a estas prácticas como Starbucks.

La ingeniería fiscal en España

En los últimos años hemos visto varios ejemplo de este tipo de proceder en España. Por ejemplo Amazon declaró 54.000 euros en pérdidas contables en 2012 a pesar de facturar cantidades millonarias. A través de su filial española presta "servicios logísticos" a su socio único, Amazon EU, quien opera desde Luxemburgo, uno de los países considerados paraíso fiscal e investigado ahora por Bruselas. Otro ejemplo es el caso de Apple, que cuenta con dos filiales en España que utilizan a su vez la filial en Irlanda para que durante el pasado año apenas contribuyese a las arcas del Estado con impuestos. Google, Microsoft o eBay utilizan un modus operandi similar.

 

Fuente: El País | adslzone