Durante un tour con Orange para conocer el despliegue de fibra en una determinada zona de Madrid pudimos comprobar como hay decenas de instalaciones de cobre en muy mal estado. Lo sorprendente es que son clientes que están relativamente cerca de la central y consiguen navegar a una velocidad más o menos aceptable. ¿Qué sucede cuando un usuario no corre esa suerte?

El par de cobre ha ido evolucionando y gracias a tecnologías como el ADSL2+ o el VDSL2 es posible navegar a 30 megas. El problema fundamental es que un porcentaje muy pequeño de hogares se encuentra a menos de 500 metros de las centrales, distancia que permite obtener rendimientos notables con ADSL. Para solventar este inconveniente los operadores han optado por desplegar fibra óptica hasta el hogar o cable coaxial consiguiendo velocidades de 100 megas o más, eso sí, estas tecnologías tardarán varios años en cubrir un porcentaje representativo de la población.

Instalaciones prácticamente destruidas

Durante un paseo de 60 minutos por el Barrio del Pilar en Madrid, zona que puede presumir de tener a dos operadores desplegando FTTH (Orange y Movistar) pudimos comprobar como las cajas de pares estaban completamente expuestas a las incremencias metereológicas e incluso con algunos cables arrancados en muchos edficios. Aquí un ejemplo;

El milagro del ADSL en instalaciones prácticamente destruidas

Lo sorprendente es que el teléfono y la conexión pueda funcionar.

El milagro del ADSL en instalaciones prácticamente destruidas

En esta imagen se puede comprobar como la instalación telefónica está en un estado lamentable pero a su izquierda hay una caja de terminación óptica de Orange que permite ofrecer 100 megas a todos los vecinos de ese inmueble.

El milagro del ADSL en instalaciones prácticamente destruidas

En esta fotografía se puede comprobar otra instalación de la zona en malas condiciones. En estos casos, los vecinos del inmueble pueden llamar a Telefónica para que los operarios sustituyan la instalación.

 

Fuente: adslzone