La distancia focal: clave para poder sacar fotos sin que se deforme la cara
Cuando tomamos una foto o un vídeo con una cámara gran angular cerca de nuestra cara, todos sabemos que nuestra cara va a ser deformada y el fondo va a parecer que está muy lejos. Normalmente uno tiende a creer que este efecto se crea por el tipo de lente usada, pero en realidad la clave se encuentra en la distancia a la que esté nuestra cara de la lente.
Así, lo que realidad importa es la distancia entre el sujeto y la cámara, y no el tipo de lente utilizada. El problema viene con la resolución, ya que hacer una foto con cierta distancia requiere una lente con zoom, como la secundaria que tiene el S9+. Este móvil tiene dos lentes en la parte trasera con dos objetivos distintos. La principal tiene una distancia focal de 26 mm, mientras que la otra, “teleobjetivo”, tiene una distancia focal de 52 mm.
Si hacemos dos fotos a una paisaje con cada una de las lentes, y hacemos un 200% de zoom en la hecha con la cámara con la lente de 26 mm, veremos que ambas se superponen perfectamente, aunque perderemos calidad por la disminución de megapíxeles. En Fstoppers lo demuestran comparando una foto con una lente de 24 mm con una de 400 mm.
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La clave es la distancia. En el siguiente vídeo se puede ver la diferencia. Si cogemos una lente de 15 mm y hacemos una foto a 30 centímetros de la cara del sujeto, y el cenador del fondo está a 15 metros, y nos movemos 30 centímetros atrás, la cabeza de la persona tendrá la mitad de tamaño que en la foto anterior.
El cenador, en este caso, sólo será un 2% más pequeño por la distancia a la que estamos de él. A 30 metros, el cenador habrá reducido su tamaño a la mitad, mientras que la persona tendrá un 2% de su tamaño con respecto a la primera foto. El efecto que esto crea se suele usar, por ejemplo, para exagerar el tamaño de una persona con respecto al sol, como en el videoclip de Get Lucky de Daft Punk.
Por ello, os recomendamos que hagáis los retratos de personas con una determinada distancia para evitar deformar la cara. Este es el motivo por el que los objetivos de 50 mm son tan codiciados entre los fotógrafos, ya que las fotografías que se hacen con él son a una cierta distancia del sujeto, por lo que no deforma la cara. Además, crean un efecto bokeh inigualable, sobre todo cuanto mayor apertura tenga la cámara.
