Antena WiFi Biquad

Es una de las más fáciles de construir, y se basa en la utilización de alambre de cobre doblado para una forma de dos o más rombos. Básicamente, se sueldan las dos formas en el conector N o cable coaxial del adaptador inalámbrico, y aunque la medida de los rombos puede variar, se suelen mantener sobre los 30 centímetros. Entre los rombos y el reflector, sobre el que va fijado el conector N, se deja una separación de 20 milímetros de distancia. Lo más interesante de esta antena es que es direccional, y nos ofrece un mínimo de 8 dBi de ganancia.

Antena WiFi Yagi

En una antena Yagi, se emplean varillas o alambres de cobre -también bronce o aluminio- para construir los directores. Estos, que vienen separados por medidas concretas, van acompañados en la parte trasera por una serie de reflectores conectados sobre el dipolo. Entre sus características, tenemos que una antena casera de este tipo nos puede dar una ganancia de 12 – 16 dBi funcionando sobre 2,4 GHz. Otro dato a tener en cuenta es que son direccionales, pero se diferencian de otro tipo de antenas por su elevada eficiencia en cualquier frecuencia.

Antena WiFi SRM

Nos puede servir para captar la señal en puntos de acceso a más de 200 kilómetros, y se basa en una serie de elementos elípticos para la captación de señal. Con varias láminas de aluminio ovaladas, fijadas a un soporte central, construimos los directores y un reflector.

Antena WiFi Belgrano

Destaca especialmente por su reducido tamaño, y es que consta sólo de tres elementos ovalados. Para la construcción de estos anteriores, se puede utilizar aluminio, latón o cobre. Mientras dos de ellos trabajan como núcleos, el otro hace las veces de reflector. Este último es el que depende del conector N. Dado que ocupa muy poco tamaño y ofrece una excepcional ‘potencia’, esta antena se utiliza con relativa frecuencia para el ámbito doméstico, donde puede acelerar notablemente la velocidad de conexión vía WiFi.

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Fuente: adslzone