El crowdfunding ha permitido que proyectos de diversa índole que no lograban conseguir financiación por otros medios, puedan comenzar su desarrollo gracias a la aportación directa de los consumidores interesados en el producto o servicio final. Por lo general, esto ha hecho posible que videojuegos, dispositivos tecnológicos, aplicaciones, música, películas y cualquier otro producto que imaginemos, haya podido captar inversión gracias a páginas como Kickstarter o IndieGoGo.

Es cierto que en ocasiones, una vez comenzado el desarrollo, es normal que empiecen a aparecer problemas o incidencias que no estaban contempladas en un inicio y que hace que el resultado final no siempre sea como se prometía. Pero el caso del reloj inteligente Kreyos, un dispositivo con un precio de venta de 170 dólares, ha llevado esto al extremo y ha resultado ser un fraude absoluto. En junio de 2013 inició una campaña en IndieGoGo buscando financiación gracias al crowdfunding y consiguió amasar un capital de 1,5 millones de dólares, superando ampliamente la meta de 100.000 dólares que su responsable Steve Tan, había marcado como pistoletazo de salida para el proyecto.

Retrasos, promesas incumplidas y un Ferrari

El 12 de agosto finalizó la campaña de captación de fondos y comenzaba la andadura de Kreyos, un reloj inteligente que ambicionaba con ser “el único que podía ser controlado gracias a los gestos y la voz”. El proyecto inicialmente prometía un desarrollo de tan solo 3 meses, supuestamente porque gran parte del trabajo de diseño y concepto se habían llevado a cabo previamente. Esto era algo que ya de por sí mostraba indicios de poca fiabilidad, debido al complejo desarrollo que tienen este tipo de dispositivos weareable y la poca experiencia que ostentaba el pequeño equipo responsable del smartwatch. No resultó extraño pues, que el proyecto sufriera diversos retrasos provocando la impaciencia y el malestar de consumidores que habían depositado su confianza en Kreyos.

Nueve meses después de la fecha prometida, el reloj inteligente Kreyos Meteor ha salido al mercado con un resultado inaceptable para los miles de usuarios que financiaron la campaña en IndieGoGo. Según los propios consumidores, la lista de fallos y promesas incumplidas que ofrece el smartwatch es muy amplia: una función de control por gestos que no ha sido implementada, una autonomía de 24 horas cuando prometía ser de 7 días, una pobre calidad de audio a través del altavoz, además de no ofrecer resistencia al agua y tener un diseño de la interfaz horroroso según opinan aquellos que ya lo han recibido.

No obstante, quizás lo que más ha indignado a los consumidores que decidieron apostar en su día por el producto en IndieGoGo, sea el hecho de que el fundador del proyecto haya colgado en las redes sociales fotos de su nuevo Ferrari o imágenes donde se le ve tras una montaña de bolsas de comercios de lujo. Este alarde de posesiones no ha sentado nada bien, ya que la calidad final del producto que prometía ha dejado mucho que desear.

 

Fuente: Phone Arena | adslzone