La industria editorial, centrándonos únicamente en el formato físico de libros, tiene que asumir ciertos riesgos cuando se produce el lanzamiento de un nuevo título. Como con prácticamente cualquier otro producto “físico”, la industria editorial debe tener en cuenta el coste de fabricación, de almacenamiento, de distribución o transporte y algunos otros aspectos derivados de su actividad. Por contra, el formato digital de libros electrónicos, conocidos como ebooks -electronic books- deja atrás este tipo de gastos.

El precio de los ebook está por encima del debido

Por lo tanto, teniendo en cuenta que hay ciertos gastos que dejan de existir en la industria editorial “digital”, los precios de los productos que nos ocupan deberían acompañar a estos cambios y, en este caso concreto, lo lógico es que se vieran modificados hacia precios menores. Por contra, la industria está manteniendo los mismos -o similares- precios y lo que se ve aumentado, en realidad, es el beneficio que se llevan las diferentes partes a las que ocupa este negocio. ¿Ah, sí? ¿son todas las partes de esta cadena las que se llevan un beneficio mayor? No del todo, o no en todos los casos.

Según ha hecho saber Amazon, que se ha inclinado hacia esta teoría según la cual sería necesario una bajada en los precios, ahora son las editoras las que se están aprovechando de este cambio en la industria. Mientras que distribuidores y autores continúan “llevándose” el mismo porcentaje, las editoriales son las que se llevan la “mayor parte de la tarta”.

Amazon quiere protegerse a sí misma y a los autores

Siguiendo las pautas de Amazon, entonces, podemos considerar que la “cadena” en la que se ven involucrados varios “eslabones” hasta que el ebook llega a nuestro lector, a nuestras manos, se encuentra ahora mismo descompensada. Por un “fallo” en la estrategia, derivado del cambio del mercado -por el formato de los libros-, los autores y distribuidores están saliendo perjudicados de la “ceguera” a la que están aferradas las editoriales.

Y es que, según pretende Amazon, los precios de los ebooks deberían bajar en torno a un 33%, ¿por qué? Tal y como lo han explicado desde Amazon en un comunicado oficial, de esta forma autores y editoriales se llevarían, cada cual, un 35% del importe de la venta del producto y, por su parte, Amazon un 30%. Es un reparto justo, según consideran ellos. Pero lo interesante está en otro tipo de cifras, que son las que beneficiarían aún más a todos, no sólo a Amazon -o cualquier otro distribuidor- y a los autores. En este sentido, Amazon apoya especialmente a los autores frente a Hachette alegando que actualmente la editorial toma el 70% de los ingresos totales y decide, por su cuenta, el porcentaje correspondiente al autor, a lo cual Amazon ha añadido que consideran escaso lo que “comparte” Hachette con el autor.

Tomando como ejemplo un título con un precio de 14,99 dólares del que se venden 100.000 unidades, dice Amazon, si el precio se modificase por 9,99 dólares -un 33% de reducción-, las ventas ascenderían hasta un total de 174.000 unidades. De lo cual, continúa Amazon, se extrae también que los ingresos pasarían de 1.499.000 dólares hasta un total de 1.738.000 dólares.

Las editoriales también se beneficiarían de precios más bajos

Según esta teoría, en realidad todas las partes se verían beneficiadas, incluso los consumidores que pagarían un 33% menos por cada libro comprado. Ahora bien, las editoriales tampoco deberían tener por qué temer, puesto que los ingresos totales de las mismas se verían aumentados en un 16% y, además, con esta modificación conseguirían una audiencia superior en un 74%.

Por lo tanto, lo que plantea Amazon parece interesante y válido, según el cálculo basado en algo muy concreto, es decir, un título -sin especificar absolutamente nada- que tiene un precio de 14,99 dólares. Pero, ¿qué pasa con ciertos títulos de mayor valor, calidad, o cualquier otra condición que exige un precio más elevado?

Evidentemente, hay ebooks por los que debemos pagar más

No estamos hablando de una compañía ajena a la industria de los libros electrónicos o ebooks. No estamos refiriéndonos a la opinión personal de quien redacta estas líneas. Si fuera así, entonces, quizá, podríamos considerar que no hay “conocimiento de causa” en relación con un asunto importante que puede mejorar las condiciones de un sector completo y, a fin de cuentas, de los consumidores y, no lo olvidemos, la cultura.

Por tanto, Amazon se ha encargado de dejar bien claro que es evidente que algunos títulos no pueden ni deben costar 9,99 dólares. En realidad no era siquiera necesario aportar esta información por parte de la compañía, igual que no es necesario especificar que otros tantos libros deben mantenerse también, siempre, por debajo de este umbral.

Mientras tanto, tenemos alternativas gratuitas

Como os mostrábamos a principios de este mes, siempre podemos encontrar en Internet algunas alternativas gratuitas para mantener despierta nuestra lectura. Por desgracia, en este tipo de páginas web sólo podemos encontrar títulos “especiales” que, por unos u otros motivos, tienen un coste cero para los lectores. En cualquier caso, podéis visitar nuestra guía de fuentes para descargar ebooks gratis de forma legal.

Con respecto a lo expuesto en estas líneas, ¿cuál es vuestra opinión? ¿Creéis que se venderían más libros si los precios de los ebook descendieran? De lo que no cabe duda es de que, en mayor o menor grado, el precio de los libros electrónicos es un “freno” para la consumición de los mismos. Ahora bien, lo mismo ocurre con otro tipo de contenidos como las películas o la música. Por ello, siempre son bienvenidas iniciativas como la de Movistar, que recientemente ofrecía 7.000 títulos gratuitos a sus clientes.

 

Fuente: Amazon | adslzone