Según lo establecido en este acuerdo final, el pago inicial por la compra de la filial O2 de Telefónica alcanza las 9.250 libras esterlinas y, por otra parte, hay que añadir un pago aplazado de 1.000 millones de libras esterlinas. Este segundo desembolso, no obstante, no se producirá -según ambas partes han zanjado-, hasta que la compañía británica alcance un determinado flujo de caja acumulado. Evidentemente, la compra no se producirá finalmente hasta que se produzcan las aprobaciones correspondientes a los organismos que regulan la competencia.

Según han explicado desde Telefónica, las condiciones establecidas para la venta de su filial O2 deberán darse antes del 30 de junio de 2016. En cualquier caso, se contempla un plazo extendido hasta el 30 de septiembre de 2016 en caso de que se dieran “ciertas circunstancias”. En cuanto a la situación del Grupo Telefónica, con la firma del acuerdo O2 será una operación en discontinuación, mientras que sus activos y pasivos serán “mantenidos para la venta”.

Telefónica reduce su deuda

Con la venta de la filial británica de Telefónica, la telco reducirá su deuda actual. Concretamente, la venta aplazada servirá a Telefónica para reducir 14.000 millones de euros (aproximadamente) del lastre económico que alcanza los 45.000 millones. Como hemos podido saber anteriormente, Telefónica también se ha planteado abrirse a la ampliación de capital, un movimiento del que aún no se ha vuelto a recibir novedad alguna.

Mientras tanto, en España continúa el crecimiento de Telefónica con el operador Movistar, que prepara novedades interesantes como la ampliación de su banda ancha fija hasta los 300 Mbps gracias a la fibra óptica, una tecnología que los sindicatos no quieren sea entorpecida por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

 

Fuente: Europa Press | adslzone

 

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