Después de la compra de ONO por parte de Vodafone a cambio de 7.200 millones de euros, se dispararon los rumores sobre las posibles ofertas que podrían llegar a realizar de forma conjunta. Recordemos que entre las dos juntas llegarán a abarcar a 10 millones de clientes con sus despliegues de fibra óptica y cable.
Las ofertas se comenzarán a perfilar durante el verano, siempre teniendo presente que desde Bruselas se debe aprobar la operación. Muy probablemente sea el 2 de julio cuando la Comisión de Competencia decida sobre la compra de ONO y suponga el pistoletazo de salida para que Vodafone comience a integrar a la cablera en su estructura. Serán varias semanas de trabajo para definir líneas de actuación, ofertas y qué hacer con los puestos duplicados, entre otras cosas.
Las primeras ofertas en septiembre
Después de ese periodo inicial de ajuste, donde se decidirá cómo actuar, se presentarán las primeras ofertas integradas de la operadora, aprovechando todo el potencial de ONO. Banda ancha, telefonía fija, telefonía móvil, 4G y televisión, son los ejes de la oferta, que suponemos tendrá varias variantes y pondrá bastante peso en el paquete convergente.
El destino de la plantilla de ONO por decidir
Otro de los aspectos importantes de la compra de ONO está en saber qué pasará con sus empleados. Los casi 2.500 empleados de la cablera esperan conocer su futuro en poco tiempo, ya que todavía no está claro que pasará con ello. Es inevitable que se produzcan ajustes y recortes para evitar solapamientos, por lo que queda esperar para conocer que pasará finalmente.
Cambiar de red a los clientes de ONO móvil
Otra de las cuestiones que se deberá decidir es que hacer con los actuales clientes de ONO móvil que opera como OMV bajo la cobertura de Movistar. En caso de finalizar el contrato con estos, Vodafone deberá indemnizar a su gran rival, además de cambiar las tarjetas SIM de todos los clientes de ONO móvil.
Fuente: El Economista | adslzone
