Ayer mismo, Moody’s comunicó ayer su decisión de retirar su rating a Digi Communicatios, la matriz de matriz de RCS & RDS y Digi España. Este estaba situado en B1 anteriormente, pero ahora se ha retirado la calificación para la deuda senior asegurada valorada en 850 millones de euros.

La decisión de la agencia de calificación se basa únicamente en razones propias del negocio. Nos recuerdan que en 2022 registró unos ingresos de 1.500 millones de euros y que, antes de la retirada del rating, la perspectiva era estable. No olvidemos que, ya en julio de este año, Moody’s rebajó de Ba3 a B1 el rating de Digi.

En ese caso, buscaba reflejaba las expectativas de que las métricas crediticias de Digi se iban a debilitar en los próximos meses. También dejaba una advertencia sobre el mayor nivel de apalancamiento. Todas estas decisiones tienen una importancia capital ya que llegan en un momento en el que Digi aspira a quedarse con los activos sobrantes de la fusión entre Orange y MásMóvil.

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¿Qué pasará ahora?

El caso es que ahora Digi necesita mejorar su rentabilidad para poder seguir invirtiendo. De hecho, la retirada del rating por parte de Moody’s tendrá un efectivo negativo en su negocio, algo que ya señalaban en su informe financiero anual: “Podría obstaculizar nuestra capacidad de obtener financiación para nuestras inversiones y refinanciar nuestra deuda, con un efecto en nuestros negocios”.

El problema es que Digi necesita seguir invirtiendo y más aún si se hace con los remedies de la fusión entre Orange y MásMóvil. Una forma rápida sería una subida de precios, algo que la operadora no contempla y ya ha dejado claro que no hará salvo necesidad extrema. Por suerte para la operadora rumana, sus precios están bastante por debajo de la competencia y tienen bastante margen para subirlos sin que suponga ser más cara que sus principales rivales.

 

Fuente: cincodias.elpais.com | adslzone