Las acciones de Bouygues y Orange han cedido un 15% y un 5% respectivamente, de forma aproximada, y tras haber anunciado el fin de las negociaciones se han podido conocer algunos de los motivos de este fracaso. La presión la ha ejercido el propio gobierno francés por parte de Orange, actualmente con un 23% del operador bajo su propiedad, que habría querido mantener el 20% de la propiedad tras la fusión. Y por su parte, la directiva de Bouygues tenía intenciones de llevar la fusión hacia adelante con no menos de un 10% de la propiedad de la compañía resultante, lo que no encaja según la valoración actual de Bouygues Telecom.

Pero no son las únicas trabas que se han encontrado Orange y Bouygues en su intento de fusión, sino que los organismos reguladores europeos tenían preparadas algunas condiciones para la fusión que, anteriormente, ya se aplicaron a la operación de Orange en la compra de Jazztel en nuestro país. Si en España tuvieron que vender algunos activos sobrantes a MásMóvil, en Francia la desaparición del cuarto operador les habría obligado a la liberación de espectro o una medida similar a la de nuestro país. Otro problema por el que, según el resultado de las negociaciones, ambas partes no parecían dispuestas a ceder.

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Pero a pesar de algunas similitudes con el proceso de consolidación en España, una de las grandes diferencias es que allí, en Francia, Orange roza el 40% de la cuota de mercado en servicios de telefonía móvil y accesos fijos. Como resultado de la fusión con Bouygues, ampliamente se habría superado el 50% de cuota, y precisamente por este motivo se apuntaba a condiciones más duras por parte de los organismos reguladores de la competencia.

Francia se retrasa en la consolidación del sector

Poniendo la situación de los galos en perspectiva y respecto a nuestro mercado, en Europa se han registrado seis años de caída en los ingresos y durante el pasado año 2015 se recuperó el crecimiento, gracias a movimientos como la adquisición de ONO por parte de Vodafone o un movimiento muy similar entre Orange y Jazztel. Ahora bien, en España se sigue avanzando en esta consolidación, que favorece la inversión en el sector, y parece próximo el cierre de una última operación entre Telecable y MásMóvil. La cuestión es que en España se arrancó meses atrás este proceso de consolidación, y Francia ha tratado de sumarse cuando la Comisión Europea ha endurecido sus condiciones cuestionando que la solución a los problemas del sector sean las fusiones e integraciones, puesto que ‘las propias operadoras están haciendo fuertes inversiones’.

Y como adelantábamos, el primer intento de consolidación del sector de las telecomunicaciones en el país vecino ha sido con la fusión del primero y el tercero en la lista de operadores del país, por su cuota de mercado. En España, sin embargo, las fusión más complicada en relación a la competencia se ha saldado ya entre Orange y Jazztel, y ha sido la única en la que los organismos reguladores de la competencia han establecido condiciones, precisamente por los mismos motivos. Por lo tanto, se espera que en Francia se retomen las negociaciones en favor de la consolidación, pero con operadores más ‘pequeños’ dentro de estos movimientos.

 

Fuente: adslzone