Al salir de casa dejamos atrás nuestra conexión a Internet contratada, pero llevamos con nosotros la necesidad de permanecer conectados a la red a través de los dispositivos móviles. Si no queremos dejar a cero los datos de nuestra tarifa móvil, tenemos la opción de buscar un punto WiFi gratuito que nos proporcione ese acceso sin coste y sin tener que echar manos de nuestros megas. Con esta promesa nacen algunos de los proyectos más locos y absurdos para fomentar paralelamente otras actividades.

En la India han sido testigos de una de estas iniciativas más sorprendente que incluye el WiFi gratis a modo de gancho para llevar a cabo una concienciación de los ciudadanos a la hora de tirar la basura donde corresponde. Dos ingenieros informáticos de aquel país han creado la primera papelera que premia a los que recogen los desperdicios con 15 minutos de WiFi gratuito mediante un código que se muestra en una pantalla LED.

Este contenedor cuesta 1.300 euros y es tan solo una prueba piloto que ha sido lanzada para concienciar a las personas de la importancia de mantener una buena limpieza y también para ayudar a mejorar un poco la conexión a Internet en la India, un territorio superpoblado y con una gran penetración de teléfonos móviles de gama de entrada que sigue dando pasos adelante para universalizar Internet.

El año pasado, Perú quiso aportar su grano de arena para ofrecer WiFi gratis a cambio de una concienciación social y lo hizo gracias a una iniciativa en la que se instaló una enorme estructura que era capaz de dar sombra y a la vez, ofrecer a los usuarios conexión a Internet inalámbrica gratuita con el único requisito de permanecer en la sombra. Todo formaba parte de una campaña para informar acerca del cáncer de piel y evitar su aparición.

 cambio-de-wifi-gratis.jpg

Indigentes transformados en routers WiFi

La organización WiFi4Life presentó hace meses una polémica iniciativa en la que se quería ayudar a personas indigentes a reinsertarse en la sociedad, convirtiéndolos en puntos de WiFi gratis. A cambio de 400 euros, estas personas deben llevar un router y un cargador portátil encima, a la vez que una camiseta en la que se indica que son puntos de WiFi gratis. La polémica llegó al no existir contrato laboral de por medio, entendiéndose que existe una explotación laboral por parte de la organización que promovía la iniciativa.

 

Fuente: adslzone