La “Red de redes” nació en 1990 cuando fue creado el primer cliente web, llamado WorldWideWeb, y el primer servidor web. Anteriormente se había trabajado en redes de ordenadores, pero este es considerado el origen real de Internet tal y como hoy lo conocemos. Evidentemente, en estos aproximadamente 25 años de Internet han sido muchos los cambios. Cada vez hay más material en este entramado de conexiones y dispositivos y más usuarios haciendo uso del mismo. Y como podíamos adivinar fácilmente, en estos años ha sido enorme la evolución de las tecnologías de acceso a Internet.

El cable no pasará de moda

Aunque el WiFi lleva años imponiéndose y para la mayoría de los perfiles de usuario es la tecnología favorita para conectar a su router, el cable no pasa de moda. Las conexiones Ethernet permiten disfrutar del máximo posible en la transferencia de datos en descarga, mientras que con las conexiones WiFi perdemos un importante porcentaje de la velocidad. Ahora bien, aunque “el cable no pasará de moda”, se sigue trabajando en tecnologías inalámbricas que permitan olvidar la dependencia del enlace físico.

Y el WiFi… ¿pasará de moda?

Por supuesto, esta tecnología no se está dejando de lado en cuanto a su desarrollo, ni muchísimo menos, y vemos cómo nuevos estándares surgen cada ciertos años para ofrecer mayores capacidades. Se reduce la latencia en transferencias y se amplía la cobertura mejorando la señal que emite el router, además de que se optimiza la tecnología inalámbrica para tratar de igualar las tasas de transferencia del cable, algo complicado teniendo en cuenta, entre muchos otros factores, la congestión de ondas.

Sí, tendremos alternativas al WiFi

El LiFi es una de las tecnologías que lleva años evolucionando de forma paralela y se plantea como alternativa al WiFi, y básicamente consiste en la transmisión de datos con haces de luz visibles. Además de económica, es segura y permite superar velocidades de 10 Gb/s, una cifra que se aleja de los máximos del WiFi, pero que sin duda resulta interesante teniendo en cuenta que se puede combinar con la red de iluminación de los edificios. En cualquier caso, el futuro del LiFi no parece comprometer la supervivencia del WiFi, sino que se presta a convivir y ser aplicado en otros ámbitos.

Así conectaremos a Internet fuera de casa

Fuera de casa, o más bien fuera de la banda ancha fija, la quinta generación de redes móviles es el evidente sucesor de las tecnologías de acceso a Internet con que contamos actualmente. Aunque el 4G LTE aún tiene por delante varios años de evolución y desarrollo hasta alcanzar sus límites, y más en España teniendo en cuenta que no se ha aprovechado aún la liberación de los 800 MHz, para el año 2020 está proyectado el despliegue del 5G.

¿Qué implica la llegada del 5G? En nuestro país, para empezar, un nuevo Dividendo Digital para la liberación de los 700 MHz, donde se asentará (entre otras frecuencias) la quinta generación de redes móviles. Por otra parte, supondrá reducir enormemente la latencia en transferencias y, además, se aumentará considerablemente la velocidad de descarga, así como la de subida. Aunque el 5G de momento sólo existe sobre el papel, así como en algunos pilotos de tecnologías propuestas por fabricantes como Huawei, la proyección de la quinta generación de redes móviles señala a velocidades de 7,5 Gbps.

¿Por qué necesitaremos estos cambios?

Ya existen tecnologías de acceso a Internet con altas velocidades, y las últimas tecnologías no están disponibles para todos los usuarios. Evidentemente, si la cobertura alcanzase a todos los usuarios, las posibilidades se ampliarían. Ahora bien, no bastará con extender las “nuevas tecnologías” al resto de usuarios, básicamente, porque se espera que todo tipo de dispositivos comiencen a conectarse a Internet en los próximos años. Hablamos de electrodomésticos, por ejemplo, que estarán planteados según el “Internet de las cosas”. Y precisamente en eso trabajan firmas como Huawei o Google, que trabajan en sistemas operativos ligeros para estos dispositivos.

 

Fuente: adslzone