Según los datos publicados por la CNMC con respecto a las redes NGA de banda ancha de nueva generación instaladas a finales de diciembre de 2013, casi la mitad de los 6.171.000 accesos de fibra instalados se ubican en Madrid y Barcelona. Además, en los municipios de menos de medio millón de habitantes, los accesos activos de FTTH apenas alcanzan el 3% del total de accesos de banda ancha. Esto muestra a las claras una realidad preocupante y es que la inversión necesaria para universalizar esta tecnología de banda ancha en nuestro país, debe seguir aumentando en los próximos años si queremos que el mercado de un salto cualitativo considerable.

En los municipios con una población inferior a los 10.000 ciudadanos, los accesos activos de FTTH suponían hace un año únicamente el  1% mientras que en núcleos de menos de 5.000 habitantes el porcentaje se queda en un paupérrimo 0,2%. Las grandes operadoras han llevado a cabo durante 2014 una importante expansión de sus infraestructuras de fibra óptica pero los números todavía están lejos de ser óptimos. Sin ir más lejos, Movistar que es la operadora con mayor presencia en este sector, ya ha contemplado en sus planes que para 2018 espera cubrir al 80% de la población con lo que un acceso a la fibra generalizado se antoja complicado hasta entonces. Para alcanzar a las zonas más alejadas, ya os comentamos hace un tiempo como los muxfines podrían ser una buena solución en estos casos, al acortar la distancia entre el hogar y las centrales.

Muchos usuarios aún tendrán que esperar para la fibra

Además, estos planeas podrían variar significativamente en el caso de la operadora de Telefónica que  ha visto como desde los organismos reguladores se está adoptando una postura de presión para obligar a revender el acceso a su red de fibra en algunos territorios. No parece de todas formas, algo que vaya a detener estos planes, si no más bien a retrasarlos ya que la operadora quiere cerrar las centrales de ADSL para el año 2020. El resto de operadoras, a pesar de estar haciendo un despliegue conjunto en algunos casos como ha ocurrido con Orange y Vodafone, y cuyo acuerdo  fue redefinido el pasado verano,están en cifras algo por detrás, tanto en infraestructuras como en actuales clientes.

Como suele suceder en estos casos, mientras se crea el marco legal adecuado y las operadoras delimitan sus planes de inversión en fibra óptica, el mayor perjudicado sigue siendo el usuario, que ve como esta tecnología continúa teniendo un precio algo elevado y para más seña, puede tardar todavía mucho tiempo en estar disponible en su localidad.

¿Y vosotros, estáis esperando el despliegue de fibra en vuestro municipio?

 

Fuente: CNMC | adslzone