Windows 10 será el sistema operativo de todos los dispositivos. Esto lo ha repetido Microsoft como un mantra desde que presentó el nuevo sistema operativo. Pues bien, ahora tiene que cumplirlo, después de haber lanzado su versión para ordenadores y tablets. Y de momento, lo está haciendo. De hecho acaban de anunciar que Windows 10 llegará a Xbox One en noviembre, en el que puede ser la integración más difícil que han acometido nunca. No en vano es la primera vez que un sistema operativo hecho para ordenadores se adapta a una consola. Veremos cómo les sale.
Lo que más llamará la atención del nuevo escritorio de Xbox será la velocidad. Con Windows 10 se espera que el acceso a los chats, a los amigos y a los juegos instalados sea mucho más rápido. Con el nuevo sistema operativo todo parecerá estar integrado de forma nativa para que el acceso a tareas simples no se convierta en un infierno. Además se añaden nuevas secciones como ‘comunidad’, ‘reloj’, ‘aplicaciones’ y ‘música’.
Cortana
Y como no podía ser de otra manera, el asistente personal de Windows 10 también llegará a la Xbox One. Obviamente, será necesario tener Kinnect para que Cortana pueda escucharnos e interactuar con nosotros. Ahora será posible decir: “Oye Cortana, graba el último minuto de mi partida y compártelo en mi muro de actividad”, o “oye Cortana, invita a fulanita a un chat de voz’. Todo esto sin necesidad de usar las manos.
Además, en la sección de televisión tendremos acceso a los canales de televisión a la carta que estén disponibles en cada país, algo en lo que Estados Unidos lleva un adelanto estratosférico en relación a países como España.
De todas formas, la llegada de Windows 10 mejorará bastante la interacción con la Xbox One. Es un cambio a mejor y estará disponible para todos en noviembre. Eso sí, si eres desarrollador, podrás empezar a toquetear el nuevo sistema operativo en septiembre.
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