Se trata de un nuevo capítulo del conflicto chino-estadounidense que se libra en el ciberespacio, iniciado tras la presentación de cargos criminales por ciberespionaje contra cinco oficiales chinos. Primer caso en su género en el que fiscales estadounidenses acusan formalmente a miembros de un gobierno extranjero de espionaje económico y la acción más dura tomada hasta el momento por Washington contra el ciberespionaje chino.

“Hemos tratado de tener un diálogo constructivo… Portavoces del Departamento de Estado y el Departamento de Defensa han viajado a China para compartir las evidencias de intrusión informática llevada a cabo por el Ejército Popular de Liberación, pero esos intercambios no han motivado ningún progreso ni reciprocidad”, citan medios estadounidenses, poniendo voz a un oficial de inteligencia.

Si la medida se lleva a cabo, los hackers chinos no podrán asistir a las importantes conferencias de ciberseguridad  Def Con y Black Hat que se celebrarán en agosto en Las Vegas.

“Acabo de enterarme, estoy subiéndo a un avión hacia DC. No creo que ayude a construir una comunidad positiva. Escribiré más tarde”, ha indicado en Twitter Jeff Moss, fundador de ambas conferencias.

Se da la circunstancia que los organizadores de estos eventos hackers probieron el pasado año la asistencia de la administración USA cuando Snowden publicó los documentos que revelaban el espionaje masivo de NSA.

 

Fuente: muyseguridad