Que cada día se envíen 75 millones de mensajes de correo electrónico que solo contiene trampas, es malo. Que se perpetre cada tres segundos un robo de identidad en Estados Unidos, es preocupante. Pero que uno de cada cinco adultos haya sufrido las consecuencias del cibercrimen, resulta descorazonador.

¿Qué hay más allá del cibercrimen propiamente dicho que sea motivo de inquietud? En primer lugar, estarían las instituciones gubernamentales de Estados Unidos, que con la NSA a la cabeza parecen tener ojos en todas partes. Esas partes, por supuesto, serían las grandes empresas de Internet, estadounidenses todas ellas, en simulacro de rebeldía ahora tras verse salpicadas por el escándalo PRISM.

Sin embargo, aun reconociendo lo inapropiado de la conducta de las autoridades de la superpotencia occidental y las empresas que se han doblegado a ella, el peligro real “al por menor” lo seguimos encontrando en cibercrimen y, si hablamos de privacidad, en muchos servicios web. Atención al dato: solo el 30% de los sitios web tienen políticas de privacidad que garantizan que no venderán tu información. Y esto es legal.

Pero no todo son cifras oscuras. En la siguiente infografía también podrás conocer un poco de buenas prácticas para evitar todo lo anterior, en la forma de consejos y recomendaciones concretas.

Fuente: muyseguridad