Una de las funciones que causaban buena impresión a los usuarios de Windows 8 y Windows 8.1 era la posibilidad de tener el mismo diseño de pantalla de inicio en todos los dispositivos, de esta manera, cada terminal del usuario estaba emparentado con los demás mediante el mismo dibujo. Pues bien, parece que quien quiera seguir igual no debería actualizar a Windows 10.

Con la llegada del nuevo sistema operativo esta funcionalidad desaparece. El motivo es que las diferencias de tamaño entre dispositivos hacían que los diseños no quedaran igual de bien en todos ellos, por lo que al final podría resultar ser un desastre. Así que, para evitar esas situaciones, Microsoft ha cortado por lo sano. Ya no se podrá realizar esta sincronización.

Tampoco las aplicaciones

Es cierto que la diferencia de tamaños de pantalla puede resultar bastante molesta a la hora de sincronizar los fondos de pantalla, y que por ello en Redmond han prescindido de ello. Lo que tiene menos explicación es que ya no se descarguen automáticamente las aplicaciones en todos los demás dispositivos si nosotros queremos. Ahora los usuarios tendrán que descargar las aplicaciones una vez en cada terminal.

Un portavoz de Microsoft ha intentado explicar a la web WinSuperSite los motivos: “Con Windows 10 se ha visto que los clientes normalmente quieren personalizar el diseño de inicio para que coincida con el dispositivo que estén utilizando. Con la nueva tienda de Windows, la escalabilidad de aplicaciones universales de Windows es totalmente compatible a través de todos sus dispositivos. Esto significa que los clientes pueden tener sus aplicaciones y configuraciones disponibles a través de todos sus dispositivos y crear diseños de pantallas de inicio que tengan más sentido para cada dispositivo y su tamaño de pantalla”.

Si, es cierto que no aclara muchas cosas pero, como casi todas las decisiones de las grandes empresas, lo han vendido como si fuera en beneficio de los usuarios en vez de darles a elegir.

Fuente: softzone

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