Cuando descarguemos e instalemos Windows 10, estaremos viendo como empieza una nueva era en Microsoft. Windows 10  es un sistema operativo que rompe con el pasado en muchos aspectos y que construye el futuro de todos los dispositivos en torno suyo. Se acabó la distinción entre un sistema operativo de un móvil y el de un ordenador. Será el mismo Windows 10, eso sí, adaptado a las características de cada uno.

Pero precisamente porque es un nuevo comienzo, con Windows 10 también dejaremos muchas cosas atrás. Por ejemplo, en Windows 10 ya no tendremos Windows Media Center, gadgets de escritorio de Windows 7 ni tampoco el juego de cartas llamado Hearts. Obviamente estas pérdidas solo afectarán a unos pocos usuarios.

Más limitaciones

Pero no solo hablamos de dejar cosas atrás, sino también de varias limitaciones que antes no teníamos. El pasado ya no volverá y precisamente por eso los usuarios que aún sigan usando disquetes tendrán que instalar nuevos controladores e incluso los que usen DVDs también requerirán de software de reproducción independiente. Aunque eso sí, esto último no durará mucho tiempo porque para finales de año habrá una actualización de Windows 10 para soportar DVDs.

Sin embargo, lo más molesto puede ser el tema de las actualizaciones. Hay que tener en cuenta que solo los usuarios de las ediciones Pro y Enterprise podrán aplazar las actualizaciones. Los demás usuarios deben saber que estas se descargarán e instalarán automáticamente una vez estén disponibles, algo que quizá no haga mucha gracia a bastantes personas.

Para terminar indicar que una de las grandes limitaciones, sobre todo al principio, es que no todo estará disponible para todo el mundo el 29 de julio. Cortana solo llegará ese día a EE.UU., Reino Unido, China, Francia, Italia, Alemania y España. Además, las aplicaciones de Xbox y Xbox video también se verán limitadas dependiendo de la región del mundo donde nos encontremos.

Fuente: The Vergesoftzone

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