La experiencia publicada en Twitter lleva más de medio millón de visualizaciones, y no es de extrañar. La única forma de conocer este tipo de conversaciones es mediante capturas de pantalla, ya que los chats de Wallapop son privados entre los posibles compradores y vendedores. Sin embargo, @ladelmeteorito no ha podido guardarse la experiencia tan surrealista que ha vivido su prima. Avisamos de que los amantes de los pájaros (y gatos) podrían herir su sensibilidad.

Esta chica sube a la plataforma una pamela con adornos, típica de eventos donde la etiqueta es fundamental (como una boda o una comunión). No entraremos a debatir si 60 euros es demasiado o no, pero a otro usuario de Wallapop le resultó familiar el plumaje verde y amarillo que se encontraba enganchado a ella. Tanto que decidió iniciar una conversación, no por la pamela en sí, si no por los adornos.

El hombre comenta que ha perdido a su pájaro hace unos días, y que le ha llamado la atención que este accesorio cuente con unas plumas muy similares a las de su ave. De hecho, podría considerarse que hace una acusación sutil contra la prima de @ladelmeteorito, a la que esta no tiene otra reacción que reírse y disculparse por no serle de gran ayuda en esta pérdida. Evidentemente no ha visto al pájaro, y mucho menos se ha hecho una pamela con el pobre animal.

Sin querer darse por vencido, le vuelve a preguntar si no ha visto un pájaro similar. La chica, que tan solo puede ofrecerle la venta de las plumas para que este señor se quede aliviado, descubre una trama de venganza contra una vecina. «Es que el año pasado me ocurrió lo mismo con la vecina del tercero. Un día desapareció mi pájaro y a los días apareció la señora con un tocado«. Vecinas con gustos raros o dueños de pájaros obsesionados. Sea como fuere, la conversación termina con una impactante declaración: «la alfombrilla de mi baño es su antiguo gato, pero no lo he hecho con maldad«. ¿Será verdad? ¿Habrán tomado el pelo a la joven que tan solo quería vender su pamela a 60 euros?

 

Fuente: adslzone