
Con el fin de acabar con las retransmisiones pirata de los grandes partidos de fútbol de los fines de semana de febrero, LaLiga ha hecho uso de una sentencia a su favor de 2022 por la que ha instado a las operadoras a bloquear cientos de IPs para impedir el acceso a estos servicios ilegales. El problema es que, al hacerlo de esta manera, LaLiga no solo ha cortado temporalmente el acceso a algunas webs piratas, sino también a otros muchos dominios que no tienen relación con actividades ilícitas.