Las aplicaciones y plataformas de viajes como Airbnb, eDreams o Booking se frotan las manos ante la temporada veraniega que acaba de arrancar. Miles de personas entrarán en sus webs para buscar el alojamiento ideal para sus próximas vacaciones. Pero los estafadores saben que, pese a las fuertes medidas de seguridad impuestas por estas apps, siempre se puede intentar rascar algo cuando su funcionamiento se basa, al fin y al cabo, en el contacto entre particulares completamente extraños el uno del otro, es decir, desconocidos.