"A partir del 31 de mayo del 2011, cerraremos el servicio de descarga de música Pixbox. Esto significa que si quieres disfrutar de algún contenido de música que tienes en tu biblioteca a partir del 31 de mayo, deberás comprarlo en la tienda antes de esta fecha". Así dice adiós Pixbox a través de un escueto mensaje en su página web, aunque en el comunicado lanzado por Movistar asegura que ésta no es la despedida definitiva de la compañía en este sector.

El nacimiento de Pixbox llegó con el apoyo de varias discográficas como Warner, EMI o Sony BMG, así como entidades de gestión de derechos de autor como SGAE y EGEDA y la asociación de la industria discográfica en nuestro país, Promusicae. Sin embargo, el modelo de DRM (gestión de derechos digitales) que tanto apoyan estas organizaciones y empresas ha acabado por dinamitar el servicio. Los contenidos de Pixbox sólo podían ser disfrutados en 3 ordenadores, copiados en 3 ocasiones a CD y ser reproducidos en 3 dispositivos portátiles que soportasen DRM.

Las restricciones de este sistema se sitúan como principales culpables del fracaso de la tienda online de Movistar. El modelo que se ofrecía desde ahí distaba mucho de otros servicios que se han hecho un hueco importante de forma legal dentro del panorama musical y cinematográfico como puede ser Spotify en Europa, Netflix para contenidos de cine en EEUU y Canadá o Voddler, servicio que permite visualizar películas online sin pagar por ello a cambio de recibir publicidad y que llegará a España a partir de junio.

Así pues han sido cinco años la duración de la experiencia de Movistar en este campo, aunque su caminar fue siempre accidentado. A los dos años después de ser lanzado pasó a ofrecer ofrecido de forma gratuita a los nuevos clientes de ADSL de Movistar, consiguiendo según la compañía 30 millones de descargas. Habrá que ver de qué manera enfoca ahora Movistar su estrategia en un sector donde la propia industria cultural acaba poniendo demasiadas trabas.

 

Fuente: adslzone