La asociación Promusicae, entidad que agrupa a las principales productoras musicales de nuestro país, ha promovido la creación de la "Guía para padres y profesores. Música, cine y televisión en Internet" junto a la ONG Childnet. Según leemos en El País, ha recibido el apoyo de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y la Federación para la protección de la propiedad intelectual (FAP).

En esta guía se realiza -como no podía ser de otra forma si tenemos en cuenta de qué fuente proviene- una descripción sesgada de las redes de intercambio de archivos como pueden ser BitTorrent o eMule. Con el fin de alejar a usuarios de este tipo de aplicaciones, la guía asegura que "los programas de intercambio ilegal de archivos exponen a los usuarios a peligrosos contenidos no deseados, como virus, pornografía o imágenes violentas".

"Teóricamente, los servicios de intercambio de archivos pueden usarse legalmente", afirma el texto, algo que no cierto únicamente en la teoría, ya que en la práctica también lo es. Sin embargo, Promusicae indica que "en la práctica casi todo el contenido cultural o de entretenimiento que circula en estas redes lo hace sin contar con la autorización de sus titulares". Hay que insistir que en nuestro país, las descargas a través de estas redes no son para nada ilegales y los enlaces a archivos que circulan en las mismas tampoco lo son tal y como ha demostrado la Justicia con numerosas sentencias.

Lo más lamentable de toda esta situación es el enfoque que se da al problema de los derechos de autor mostrando la cerrazón de la industria en este sentido y a quién va dirigida la guía. Ésta será distribuida por centros de enseñanza primaria y secundaria de toda España, así como en numerosas asociaciones del ámbito educativo con el fin de promover el debate en las aulas y en los hogares "sobre las buenas prácticas a la hora de utilizar Internet".

Promusicae anima a que los usuarios utilicen "las docenas de servicios legales (gratuitos, de pago o por suscripción) que permiten disfrutar de canciones, películas o series televisivas de todas las épocas y estéticas", aunque ha quedado patente que algo falla para que los usuarios no lo hagan. Para concluir su amenaza señala que el intercambio de material protegido con derechos de autor "atenta contra los trabajadores de la cultura". Una pena que sigan planteándose la propiedad intelectual como décadas atrás sin ver la evolución que se ha vivido gracias a Internet y no sepan ver la oportunidad de aprovecharla para ofrecer alternativas razonables que ayuden a sostener el sector, como Spotify o Netflix han demostrado que se pueden hacer.

 

Fuente: adslzone